Hoy en día, la gripe Aviar o la más reciente gripe “A” resucitaron el fantasma de una gran pandemia mundial que fuera devastadora para los seres humanos, si bien estas pandemias no causaron gran mortandad, siempre hemos de estar alerta ante la aparición de nuevas epidemias, y que mejor que mirar a la pandemia que más seres humanos mato en la Historia: La Peste Negra.
Origen:
La Peste Negra apareció por primera vez en las estepas asiáticas a comienzos del siglo XIV. Desde esta zona fue extendida por los ejércitos mongoles que atacaban Europa Oriental. En el año 1346, los mongoles sitiaron la colonia genovesa de Kaffa, Crimea. En éste asedio se produjo uno de los primeros usos de armas bacteriológicas de la Historia, al lanzar los mongoles con sus catapultas trozos de cadáveres infectados con la peste hacía el interior de las murallas de la ciudad. Obviamente, esto originó que la peste se propagara rápidamente por toda la colonia y aunque los genoveses consiguieron resistir y derrotar a los mongoles, varios mercaderes que escaparon en barco de la ciudad llevaron la epidemia hasta Génova, desde donde se extendió por toda Italia en 1347. Así se iniciaba la pesadilla que haría despertar a Europa de su letargo medieval.
A año siguiente, 1348, la peste se había propagado ya por casi toda Europa, asolando además Asia e incluso África. A esta rápida propagación ayudaron factores como el desconocimiento que se tenía en la época sobre las epidemias, el transito constante entre países de peregrinos, soldados mercenarios y comerciantes, y sobre todo un animal que se extendió desde Asia por toda Europa: la rata negra, cuyas pulgas transmitían la enfermedad a los humanos.
¿Qué es la Peste Negra?
La Peste Negra es un brote de Peste Bubónica, una epidemia causada por una bacteria llamada Yersinia pestis. Ésta bacteria originalmente afectaba a las ratas negras asiáticas y las pulgas de de estos roedores serían las responsables de que la enfermedad se trasmitiera por primera vez al hombre.
Según el medio por el cual la bacteria infectaba a los humanos la enfermedad variaba:
Si la bacteria entro en el cuerpo humano a través del aire, se producía la variante de peste Pulmonar, esta variante ocasionaba una pulmonía aguda que provocaba un fallo respiratorio que acaba con la vida del paciente en unos pocos días. Si era ocasionada por la picadura de una pulga infectada se producía la variante de Peste Bubónica, ya que origina que a los enfermos se les hincharan los ganglios o “bubones”. En esta ocasión, cuando los bubones estallaban se producía una hemorragia generalizada, acompañada de septicemia y en ocasiones de gangrena. Por último si la bacteria llegaba a entrar en contacto directo con el torrente sanguíneo, se producía la variante de Peste Septicémica, la variante más peligrosa, ya que al tratarse de una infección sanguínea ocasionaba la muerte al 100% de infectados.
De estas tres mortíferas variantes era posible sobrevivir a la variante pulmonar, pero era muy complicado que sin antibióticos un paciente pudiera sobrevivir a las otras dos.
Consecuencias:
La primera consecuencia de la epidemia fue obviamente un descenso muy acusado de la demografía. La mortandad que produjo esta epidemia fue realmente única; casi 25 millones de personas en toda Europa.
La gran pérdida de población trajo cambios económicos basados en el incremento de la movilidad social según la despoblación erosionaba las obligaciones de los campesinos (ya debilitadas) a permanecer en sus tierras tradicionales.
Muchas tierras se quedaron sin manos que las labraras y los alimentos empezaron a escasear, lo cual provocó una malnutrición generalizada y una devastadora hambruna que aumentó aún más si cabe la mortandad entre los más necesitados.
Así mismo, esta repentina escasez de mano de obra barata proporcionó un incentivo para la innovación que rompió el estancamiento de las épocas oscuras.
Pero la mortandad no solo afectó a las clases bajas, sino que afecto muchísimo a los monjes y frailes que cuidaban a los enfermos y a las clases altas. Los altivos nobles murieron de la misma forma horrible que sus humildes vasallos, nadie estaba a salvo de la enfermedad y parecía que ni siquiera los más cercanos a Dios se salvaban de morir.
Este amargo descubrimiento de que ante la muerte todos eran iguales generó un germen de discordia con todo el pensamiento medieval basado en la omnipotencia de Dios. Fruto de esta ruptura con las ideas medievales nació el “Humanismo”, una corriente de pensamiento iniciada por el italiano Francesco Petrarca y basada en el “antropocentrismo”: el hombre como medida de todas las cosas, y en el disfrute de los placeres de la vida, ya que esta era muy breve. Este cambio de mentalidad que se inicia a raíz de la mortandad ocasionada por la peste negra, 100 años después eclosionará en el denominado “Renacimiento”, el renacer del pensamiento libre, el redescubrimiento del arte y la cultura clásica.
Otra manifestación cultural generada a raíz de la epidemia y la mortandad que desataba fue la “Danzas de la Muerte”, un relato que se representó grafica y teatralmente y que se bailó durante toda la época. En la Danza de la Muerte aparecen representados personajes de diferentes estamentos sociales: obispos, reyes, nobles, labradores, mendigos, damas, ect, bailando juntos. Personajes que en vida jamás compartían nada, en la muerte eran iguales. Ricos y pobres morían de la misma forma. La muerte como símbolo de igualdad, seas quien seas, tengas el poder que tengas morirás y no podrás evitarlo.
Por último, hay que señalar que a los muertos de enfermedad que provocó la epidemia habría que sumar las personas acusadas de provocar la enfermedad y asesinadas por el vulgo. En esta época se intensifica la caza de brujas, la quema de herejes y las persecuciones a minorías religiosas como los judíos.
Miles de judíos, acusados de envenenar el agua y el aire para provocar la Peste, fueron perseguidos y masacrados a lo largo de toda Europa, todas las juderías fueron quemadas y sus habitantes; hombres mujeres y niños fueron cruelmente asesinados. Como ejemplo, en enero de 1348, 600 judíos fueron quemados vivos en Basilea…
Atrocidades fruto de la ignorancia y de una iglesia cristiana combativa, que señalaba con su mano de hierro a los culpables de que Dios no hiciera nada para salvar a los cristianos de la enfermedad y la muerte.
La peste negra fue la pesadilla que despertó a Europa de su letargo medieval, un revulsivo que obligó a la gente a cuestionarse todas sus ideas y la influencia de Dios en sus vidas. Sin la peste habría tardado mucho más en aparecer el humanismo, Occidente nunca habría sido lo que hoy en día es, y seguiría sumido en la ignorancia y el fanatismo religioso. Nunca ha habido enfermedad tan terrible, pero, debemos estar alerta porque es posible que cualquier día aparezca una pandemia similar.
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