El general confederado Josheph O. Shelby es uno de los mejores comandantes de caballería de la historia y una de las figuras de la Guerra Civil de Estados Unidos (1861-1865) menos conocida fuera de ese país. a medio camino entre aristócrata y líder guerrillero, Shelby fue un personaje indomable, dotado de gran atrevimiento y de un valor casi suicida. Sus exitosas correrías y ataques relámpago contra el ejército de la Unión le convirtieron en un ídolo para los soldados del Sur. Una leyenda viviente que pasaría a la posteridad por su rebeldía y por no rendirse nunca.
Hoy en día, gracias a la prevalencia de lo “políticamente correcto”, se juzgaría a Shelby por lo controvertido de sus ideas tradicionalistas y por su defensa de la esclavitud y de un modo de vida que nos es tan ajeno. Pero a la hora de abordar una biografía siempre hay que pensar en los tiempos en los que le tocó vivir al protagonista y “meterse en su piel” para poder juzgarle. lejos de valoraciones morales, yo valoro a Shelby por una simple razón: era un hombre que se atrevía a todo y como dice el lema de los SAS: “who dares wins…”
1 – Introducción:
La Guerra Civil de Estados Unidos o Guerra de Secesión (1861-1865), es un conflicto bélico sumamente interesante y relativamente poco conocido fuera de EEUU. Por otro lado este conocimiento muchas veces se ve reducido a tópicos surgidos de las aportaciones del cine. Todo el mundo concuerda en que la guerra entre los estados del norte de Estados Unidos y los estados del Sur fue desatada por la intención del presidente Abraham Lincoln de abolir la esclavitud. Algo que perjudicaba enormemente a los estados del Sur, que dependían de la mano de obra esclava para sostener su agricultura latifundista. Pero aparte de eso, la verdadera causa del conflicto era la lucha entre la idea de los norteños de tener un país más unificado y moderno y la idea de los estados del sur de vivir con gran autonomía e independencia. Es en definitiva un conflicto en el que se enfrentan el pasado y el futuro, el mundo aristocrático agrario y el mundo industrial, el sistema económico esclavista con el sistema capitalista, es un fin una época de grandes cambios en la que Estados Unidos comenzará el camino hacia la modernización que lo convertirá en la mayor potencia mundial.
Aparte de esto y desde el punto de vista militar, la Guerra Civil de Estados Unidos es muy interesante ya que en ella se produce una gran evolución, se pasa de hacer la guerra al estilo napoleónico a una guerra total y moderna. Una guerra que deja entrever el estilo que años después conocerá Europa durante la Primera Guerra Mundial.
Una vez presentado a grandes rasgos el contexto y la época en que le tocó vivir al personaje protagonista de este artículo es hora de hablar propiamente de él.
2 – Joseph Orville Shelby:
Joseph O. Shelby nació el 12 de diciembre de 1830 en Lexington, en el estado de Kentucky, EEUU. Su familia era una de las más ricas y poderosas del estado y gracias a ello Shelby se crió en la abundancia y recibió la mejor educación posible en la época. Sin embargo no todo sería felicidad, a los cinco años su padre falleció y posteriormente su madre se caso con Benjamin Gratz, un manufacturero del cáñamo, quien pasaría a ser su padrastro. Del resto de su infancia se sabe poco más, cuando llego a la adolescencia Shelby acudió a la Universidad de Transilvania, en Lexington, y a diferencia de la mayoría de jóvenes de alta sociedad de la época tras finalizar sus estudios no se enroló en el ejército o la milicia del Estado para ser oficial. Siguiendo la tradición empresarial de la familia en 1849 se trasladó a Missouri, para trabajar en la factoría de su padre adoptivo, en la cual se procesaban para convertirla en fibra, sogas, papel, medicinas, ect…Posteriormente, los productos manufacturados eran trasladados por el rio en barcos de vapor. Gracias a este rápido medio de transporte y a la mano de obra esclava el negocio era sumamente productivo y generaba una gran riqueza.
En 1852 Shelby heredó una gran cantidad de dinero y se trasladó a la pequeña villa de Waverly, en el condado de Lafayette, de Missouri. Allí Shelby compró una gran cantidad de tierras y las convirtió en grandes plantaciones de cáñamo, de maíz y en ranchos para la cría de ganado. También estableció una factoría dedicada a la transformación del cáñamo en sogas. Por otro lado, Shelby era un excelente jinete y los caballos eran una de sus mayores pasiones, así que estableció también en sus tierras un criadero de caballos pura sangre.
En 1858 Shelby se caso con Elisabeth Shelby, una prima lejana que recientemente había emigrado a Missouri con su familia, con la cual tendría 6 hijos. En aquel tiempo Shelby vivía en la prosperidad y era uno de los mayores propietarios de esclavos del Estado, pero pronto cambiaría todo esto cuando ese mismo año comenzaron disturbios en el territorio de Kansas entre abolicionistas de la esclavitud y pro esclavistas. La mayoría de pro esclavistas estaban apoyados por sus vecinos de Missouri y entre sus líderes estaba Shelby.
El apoyo de Shelby a los pro-esclavistas era fácilmente comprensible (aunque quizás moralmente condenable), si tenemos en cuenta que toda su economía y prosperidad se basaba en la mano de obra esclava, con los bajos costos de producción que dicha práctica conlleva. Si en Kansas ganaban los abolicionistas era de prever que sus ideas e influencia se extendieran al cercano Missouri y que los negocios de los grandes terratenientes latifundistas se vieran afectados. Sin esclavos sus costes de producción se incrementarían muchísimo y eso era algo que Shelby y los demás terratenientes no estaban dispuestos a consentir. Pronto ambos bandos recurrieron a la violencia y las correrías de jinetes de ambos bandos, unos para liberar esclavos y quemar plantaciones y otros para vengarse, causaron el caos por todo el territorio.
En estas correrías aprendería Shelby a combatir, a cabalgar sin descanso, a atacar y a huir para atacar en otro sitio. Lecciones que le servirían de mucho en la guerra que se estaba gestando y que el triunfo electoral de Lincoln y los abolicionistas finalmente desató.
El 20 de diciembre de 1960, Carolina del Sur promulgo su secesión de los Estados Unidos, a esta proclama seguiría toda una oleada de secesiones de estados del sur que se separarían de los Estados Unidos de América para fundar los Estados Confederados de América. En 1861 la tensión entre ambos bandos finalmente se desató y estalló la guerra total entre los estados del norte, partidarios de la Unión Federal y los estados confederados del sur.
En Missouri, el gobernador del estado, Claiborne Fox Jackson y los grandes terratenientes algodoneros eran partidarios de la secesión, pero varias de las grandes ciudades, como Columbia y Saint Louis, donde la población inmigrante alemana, de ideología abolicionista, era mayoritaria, no estaban a favor de la secesión. El 10 de mayo de 1861 las tropas federales al mando del capitán Nathaniel Lyon y la milicia alemana reprimirían sangrientamente a un grupo de secesionistas que pretendían asaltar el arsenal federal en Saint Louis. Este acto provocó que finalmente el gobernador se decidiera a proclamar la secesión de los EEUU y a reunir partidarios para crear un ejército estatal. Sin embargo en junio las tropas federales derrotaron al gobernador y pasaron a controlar el río Missouri y la mayor parte del estado. Tan solo el suroeste del estado quedaría en manos secesionistas.
Mientras tanto, Shelby se dedicaba a comprar armas y municiones para crear con su dinero su propia unidad militar, 43 hombres que formarían la: ”Caballería del condado Lafayette”. Una vez preparados, Shelby y sus hombres se unirían a las milicias secesionistas del mayor general Sterling Price, un veterano de la guerra entre EEUU y México, junto a las cuales libraría su primera batalla contra los federales: la batalla de Carthage (Cartago en español).
El 5 de julio de 1861 unos mil soldados federales al mando del coronel Franz Siegel, inmigrante alemán, se dirigieron al pueblo de Carthage para enfrentarse a los rebeldes secesionistas. Pese a que los secesionistas tenían casi cuatro mil hombres para responder al ataque federal, carecían de armas y de disciplina y fueron presa fácil de las bien entrenadas tropas federales. Solo la intervención de Shelby, con tan solo 100 soldados de caballería pudo salvar la situación. Shelby y sus jinetes se infiltraron a través del flanco izquierdo del devastador avance federal y comenzaron a atacar la retaguardia del ejército federal, su artillería y su columna de suministros. Siegel, que estaba a punto de ganar la batalla, se vio completamente sorprendido y ordenó la retirada. Las tropas de Shelby continuaron hostigando a los federales mientras estos se retiraban. Su táctica era sencilla y demoledora, la velocidad de sus caballos les permitía adelantar a la infantería federal, luego los hombres desmontaban y preparaban una emboscada, tras lanzar varias descargas de disparos volvían a montar y se retiraban para continuar de nuevo sus ataques en otro punto. Gracias a Shelby los confederados ganaron la batalla y se salvaron de lo que parecía un desastre inminente.
Tras la batalla, el mayor general Price se dio cuenta que sus milicianos no estaban preparados para enfrentarse en campo abierto a los federales y se retiró hacía sus cuarteles en el suroeste del estado para iniciar un entrenamiento intensivo de sus hombres. A Shelby y sus 100 hombres le encargo la misión de buscar nuevos reclutas y suministros, pero con el resto de Missouri infestado de tropas federales la tarea no era nada fácil y Shelby se dedicó más a desgastar a los federales con sus tácticas de “golpear y huir” que a buscar reclutas. Sus acciones guerrilleras se saldaron con un éxito rotundo cuando Shelby consiguió apresar un barco de vapor que transportaba sacos de harina del ejército federal por el río Missouri. Shelby se quedo con una parte del botín para abastecer a sus hombres y el resto de sacos de harina los repartió entre sus vecinos de Waverly.
Semanas después, Shelby se unió de nuevo al ejército del mayor general Price para participar en el ataque con el que este pretendía conquistar la ciudad de Springfield.
Sin embargo, gracias a sus espías, los federales se enteraron de los planes de Price y se adelantaron a estos. El 10 de agosto de 1861, el comandante federal Nathaniel Lyon decidió atacar el campamento confederado en Wilson`s Creek. Pese a que Price contaba con 11.000 soldados y las tropas federales eran tan solo 5.400, el comandante
Lyon decidió arriesgar el todo por el todo y dividió a sus tropas en dos columnas para realizar una maniobra de pinza sobre los confederados con el objetivo de rodearles y capturar o matar al mayor número posible. Las tropas de la unión avanzaron por las colinas dominantes y obligaron a los confederados a un enorme esfuerzo para detener su maniobra de pinza. Shelby y sus hombres cargaron colina arriba pero fueron rechazados, sufriendo grandes pérdidas. Solo las continuas y costosas cargas de infantería confederada consiguieron detener a los federales. Poco después, el comandante Lyon cayó muerto en combate y las tropas de la Unión se retiraron de la sangrienta batalla.
Pese a obtener de nuevo la victoria, los confederados se dieron cuenta de lo costosa que esta batalla había sido para su infantería y de las numerosas vidas que se habría podido salvar si hubieran tenido artillería con la que desalojar de las colinas a los federales. A partir de entonces Shelby decidiría que su mayor prioridad sería conseguir cañones para el ejército de Price.
Mientras el general Price se dedicaba a la conquista de Lexington, Shelby lanzó una nueva expedición al territorio ocupado por los federales con el objetivo de reclutar nuevos voluntarios entre la población local, simpatizante con su causa y de paso causar tantos daños como pudiera al ejército enemigo. Tras lograr sus objetivos, Shelby y sus hombres, conocidos ya como la “Brigada de Hierro” ,se reunieron de nuevo con el ejercito de Price para participar en la batalla de Pea Ridge.
La batalla de Pea Ridge, librada entre el 6 y el 8 de marzo de 1862, se saldaría con una contundente derrota para los confederados. Poco después el general Price y sus tropas serían trasladados al frente del este para combatir al lado de las tropas del general Lee.
Por su parte, Shelby pasaría a formar parte de las tropas del general Marmaduke, junto a las cuales participaría a comienzos de 1863 en dos grandes incursiones en territorio enemigo. Estas dos incursiones se saldarían con costosas y trágicas derrotas, ya que Marmaduke era un líder bastante incompetente.
Al comienzo del verano de 1863, Shelby participó en una ofensiva confederada contra la ciudad de Helena. Esta operación pretendía amenazar las líneas de suministros del ejército federal comandado por el general Grant, el cual estaba avanzando imparablemente hacía la ciudad de Vicksburg, cuya importancia estratégica era vital para la supervivencia de la Confederación. La batalla por la ciudad de Helena se saldó con un estrepitoso fracaso que causo numerosas bajas. Shelby fue herido de un disparo en el brazo y estuvo convaleciente en el hospital varias semanas.
El 4 de Julio de 1863 el ejército federal de Grant conquistaba la ciudad de Viksburg y la Confederación quedaría partida en dos mitades, este y oeste. Todo parecía perdido y la sensación de derrota se extendía sobre los confederados del oeste, pero el indomable Shelby, para entonces comandante del 5º regimiento de caballería confederada, mantenía la fe en derrotar a los unionistas y reconquistar Missouri.
Es entonces cuando lanzó su gran raid sobre Missouri, la mayor incursión tras las líneas enemigas realizada durante toda la guerra.3 – El Gran Raid de Shelby:
El plan de Shelby era sencillo, cabalgaría hacia Missouri con su Brigada de Hierro; 750 hombres, 2 cañones y una abundante caravana de suministros, con objeto de causar el mayor número de daño posible y distraer el mayor número posible de tropas federales de la importante ofensiva que estaban lanzando contra Chatanooga en Tennessee. Como objetivo secundario, Shelby planeaba conquistar la capital del estado de Missouri para causar un gran impacto y levantar la moral de los confederados. Por último, el raid serviría para reclutar el mayor número posible de simpatizantes que vivían bajo la ocupación federal.
Así escrito la cosa puede parecer relativamente sencilla, pero si tenemos en cuenta que Missouri estaba ocupado por más de 60.000 soldados federales bien armados y entrenados y cerca de 50.000 milicianos (compuestos por voluntarios partidarios de la unión, reclutas forzosos, desertores confederados y delincuentes que buscaban redimirse) la tarea no parece tan sencilla. Mas si tenemos en cuenta que Shelby tenía que llegar a Missouri sin ser detectado por las numerosas patrullas enemigas.
Lo más curioso de todo es que Shelby no realizó ningún plan de ataque detallado, sino que decidió improvisar sobre la marcha. La velocidad, la sorpresa, el conocimiento del terreno y el apoyo de simpatizantes y amigos en territorio enemigo serían sus armas.
El 21 de septiembre de 1861 el plan de Shelby recibió la aprobación formal de su superior, el general Price, y se puso en camino hacía Missouri. La vanguardia de sus tropas estaba formada por los exploradores del mayor Ben Elliot; 100 soldados de elite reclutados entre los veteranos más duros y que llevaban más tiempo con Shelby. Para no causar sospechas los exploradores estaban vestidos con uniformes de la Unión e incluso llevaban una bandera federal capturada. Muchos otros hombres de Shelby también recurrían al mismo subterfugio de vestirse con uniformes enemigos, algo útil para pasar desapercibidos en territorio enemigo pero que significaba el fusilamiento como espías en caso de ser capturados.
El 26 de septiembre, mientras atravesaban Arkansas, los exploradores de Shelby encontraron el campamento de unos 200 bandidos y desertores unionistas que se dedicaban a causar el terror sobre la población civil de la zona. Shelby atacó el campamento de los bandidos y acabó con la mayoría de ellos sin tener piedad. De esta forma limpió la zona de bandidos y ayudó a la población civil, pero fue un movimiento que le hizo llamar innecesariamente la atención. Al día siguiente, mientras se dirigían hacía el rio Arkansas para buscar un paso los exploradores de Shelby se tropezaron con una patrulla de 50 soldados del 1º regimiento de infantería de Arkansas con los que tuvieron una breve escaramuza forzándoles a huir. Poco después la brigada de Hierro cruzaba el río Arkansas pero para entonces la sorpresa se había perdido y el territorio enemigo se encontraba en alerta. Obviamente Shelby se preocupo mucho ante la posibilidad de que los soldados federales enviaran tropas en su persecución, pero la suerte le favoreció. Pocos días después se enteró por sus espías de que el alto mando federal había subestimado la importancia de la escaramuza y no enviaría tropas para buscar la columna de Shelby.
La fortuna seguiría sonriendo a Shelby ya que el 30 de septiembre se unieron a sus fuerzas 200 voluntarios de Arkansas y Missouri reclutados por el coronel DeWitt Hunter y el 2 de octubre se unirían otros 400 hombres reclutados por el coronel John Coffee. Así pues la primera parte de la campaña marchaba bastante bien, Shelby había llegado a Missouri sin ser descubierto y sus fuerzas ahora consistían en 1350 soldados.
El 3 de octubre Shelby atacó por sorpresa Neosho, el mayor deposito de suministros federal de la zona. El depósito estaba defendido tan solo por 300 hombres, que se rindieron tras un breve combate. La captura del depósito proporcionó a Shelby un gran botín: 400 caballos, suministros médicos, munición y cientos de revolvers y carabinas con los equipar a los voluntarios recién llegados. También había un gran número de uniformes federales que Shelby usó para vestir al resto de sus tropas. Ahora todos los hombres de Shelby estaban perfectamente disfrazados de federales con lo que su infiltración en territorio enemigo sería más fácil.
Los días 5 y 6 los hombres de Shelby destruyeron tres localidades defendidas por las milicias federales, haciéndolas rendirse o huir, y capturaron 30 carros de suministros.
Estos continuos ataques hicieron reaccionar por fin al mando federal del estado que ordenó al coronel Edwards perseguir con sus 1250 hombres y tres cañones a la columna de Shelby mientras el brigadier general Thomas Davies reunía a su brigada de caballería para defender el acceso al río y cortar así cualquier posible retirada de Shelby hacía Arkansas. Shelby por su parte continuó con su raid, atacando la localidad de Warsaw, situada sobre el río Ontage, la cual fue tomada tras hora y media de duros combates. Tras capturar de nuevo numerosos suministros y llevarse el dinero del banco local la columna de Shelby cruzo el rio para continuar su incansable marcha. En 15 días habían recorrido más de 300 millas(483 km), todo un record teniendo en cuenta la lentitud de los carros de suministros que les acompañaban.
Los destacamentos federales de la zona tuvieron una reacción más rápida que sus predecesores y marcharon hacía Warsaw a toda velocidad esperando interceptar a Shelby pero solo lograron capturar a un par de exploradores. Cada vez más tropas de la Unión eran apartadas de la ofensiva de Chattanooga para buscar a Shelby, con lo cual, el plan de éste de distraer el mayor número posible de enemigos de dicha ofensiva comenzaba a dar sus frutos.
El 9 de octubre Shelby envió 100 de sus hombres, bajo el mando del capitán James Wood para destruir el puente de ferrocarril sobre el rio Lamine y cortar así una importante ruta de abastecimiento de las tropas de la Unión. Dada su importancia, el puente había estado bien fortificado al inicio de la guerra pero el avance federal había generado que en esos momentos se hubiera descuidado su defensa y solo había 28 hombres defendiéndolo. Por si fuera poco, James Wood encontró a la mayoría de estos defensores durmiendo y volar el puente fue un juego de niños.
A este demoledor golpe a las tropas de la Unión siguió el ataque de otro grupo de exploradores de Shelby contra las vías del ferrocarril y el telégrafo a lo largo de 30 millas, destruyendo las estaciones de aprovisionamiento y los depósitos de agua.
Mientras sus exploradores causaban el mayor daño posible en las líneas de suministro, Shelby y el resto de sus hombres derrotaban a las guarniciones de Tipton y Siracuse para después continuar su camino hacia la capital del estado, Jefferson City, la cual ahora estaba a tan solo 40 millas(64 km).
Cuando los exploradores de Shelby se acercaron a Jefferson City comprobaron que los federales habían preparado a conciencia su defensa: contaba con una guarnición de 8.000 soldados y buenas fortificaciones. El sueño de Shelby de tomar la capital del estado se había vuelto irrealizable, así que decidió cambiar de objetivo y dirigirse hacia la ciudad de Boonville, situada a tan solo 20 millas al norte(32km).
El 11 de octubre la columna de Shelby entró en Boonville, siendo recibidos como héroes por la población local. La entrada de Shelby en la ciudad había pasado desapercibida para los soldados federales hasta que el barco de vapor federal “Isabella” se acercó a la localidad y fue recibido a cañonazos por los hombres de Shelby. El Isabella pudo regresar a sus líneas y comunicar las noticias por telégrafo, alertando así a todas las fuerzas federales de la zona. El brigadier general Egbert Brown, comandante general de la milicia del estado de Missouri, vio una oportunidad de oro de atrapar a Shelby en Boonville y se dirigió a marchas forzadas hacia la localidad con 1.600 hombres y 6 cañones. Mientras Brown avanzaba por el este, estaba previsto en el plan de los unionistas que el brigadier general Thomas Ewing, comandante del distrito fronterizo entre Kansas y Missouri, se acercara por el oeste y el teniente coronel Bazeal Lazear por el sur. Con el ancho rio Missouri al norte y tropas federales aproximándose por todas partes, si la Brigada de Hierro de Shelby no abandonaba rápidamente Boonville, serían cercados y aniquilados.
Gracias a sus espias, Shelby se enteró de la trampa que se estaba tendiendo a su alrededor y se dispuso a hacer los preparativos para abandonar Boonville llevándose el mayor numero de suministros posible. Pero mientras se preparaban para la marcha, las tropas federales del teniente coronel Lazear llegaron a la ciudad y empezaron los combates. Shelby actuó con suma rapidez: ordenó al coronel Hooper y 200 hombres detener a las tropas de Lazear el mayor tiempo posible mientras el resto de la columna escapaba hacia el oeste.
Al día siguiente, 12 de octubre, las tropas de Lazear volvieron a aparecer en escena, atacando el campamento confederado. Lazear no tenía hombres suficientes para derrotar a la Brigada de Hierro, pero pretendía entretenerla lo suficiente para que llegara la columna de Brown. Sin embargo, Brown había pensado que Shelby había partido de Boonville hacía el este y lo estaba esperando en esa zona. La falta de comunicaciones apropiadas entre las tropas de Lazear y Brown permitieron a Shelby escapar de nuevo hacia el oeste cruzando sin oposición el río Lamine por el vado de Dug Ford. Según los planes federales, las tropas federales del brigadier general Ewing deberían haber estado allí para impedirle cruzar el río Lamine y acabar de cerrar la trampa, pero Ewing había estado demasiado ocupado combatiendo a los guerrilleros confederados de Kansas. Viendo en la ausencia de Ewing una oportunidad de oro para librarse de sus perseguidores, Shelby decidió emboscar a las tropas de Lazear, que seguían persiguiéndoles de cerca, en el vado de Dug Ford. Unos 200 soldados, al mando del mayor Gordon se escondieron entre la maleza y abrieron fuego concentrado sobre la caballería federal cuando cruzaba por el vado. Los federales sufrieron más de 100 bajas, entre muertos y heridos, y tuvieron que emprender la huida, mientras que los confederados de Gordon solo tuvieron que lamentar un par de heridos. Mientras los hombres de Shelby emboscaban a las tropas de Lazear, el general Brown se dirigía a marchas forzadas a la zona y tras cruzar el río Lamine al sur del vado se dispuso a enfrentarse a Shelby en una verdadera batalla.
Shelby estaba acampado en el cruce de Merril, cerca de la localidad de Marshall, y aunque la llegada de Brown lo había pillado por sorpresa, rápidamente uso sus cañones para retrasar el avance federal mientras sus hombres se preparaban para replegarse. Por su parte, Brown había conseguido entablar contacto con la columna de Lazear y le ordenó que avanzara por el flanco y ocupara con sus hombres el pueblo de Marshall para cortar la retirada a Shelby. Al amanecer del 13 de octubre la columna de Lazear, con 1020 hombres y dos cañones, estaba ya posicionada en las afueras de Marshall y hacía la función de yunque. El martillo sería la columna de Brown con 1.800 hombres y 6 cañones. Atrapada entre ambas fuerzas, la columna de Shelby solo tenía una opción, cargar contra las líneas federales de Lazear con la esperanza de romperlas y atravesarlas para escapar de la trampa antes de que llegara Brown.
Tras desmontar, las tropas de Shelby se agruparon para lanzar sucesivas cargas de infantería contra las líneas federales de Lazear asentadas en unas colinas bajas a las afueras de Marshall. Tras hora y media de batalla, las tropas de Shelby solo habían conseguido avanzar mínimamente por el flanco izquierdo de Lazear y su retaguardia, compuesta de 300 hombres al mando del mayor David Shanks, estaba trabada en combate con las tropas de Brown, intentando retrasarle el mayor tiempo posible.
Por su parte, Brown sabía que cuanto más se retrasara su avance más posibilidades tenía Shelby de escapar, así que dividió sus fuerzas: el mayor Houts y cuatro cañones se enfrentarían a la retaguardia del mayor Shanks, mientras el mayor Foster flanquearía al enemigo por el norte con 700 soldados y dos cañones y el coronel Philips efectuaría una maniobra de flanqueo por el sur con 800 soldados de caballería. El objetivo de ambos era acabar de rodear al enemigo e impedirle que pudiera escapar.
Viendo que sus opciones es estaban acabando, Shelby ordenó a sus tropas volver a montar a caballo y atravesar las líneas enemigas por el pequeño hueco abierto en el flanco izquierdo de Lazear. El coronel Philips observó el intento de escape de Shelby y ordenó cargar a la caballería federal. La carga de caballería enemiga partiría a las fuerzas de Shelby en dos mitades. Shelby y la vanguardia huirían hacía el noroeste, mientras la retaguardia del mayor David Shanks y el resto de tropas de Shelby, al mando del mayor Hunter escaparían combatiendo hacía el noreste, justo en dirección opuesta.
La “derrota” en la Batalla de Marshall le costó a Shelby 53 muertos y 98 heridos, por tan solo 42 bajas federales. Además, se habían perdido los carromatos con suministros, la mayor parte de la artillería y lo peor de todo, sus fuerzas habían quedado partidas en dos mitades que estaban siendo perseguidas de cerca por los federales. Sin embargo, la Brigada de Hierro había escapado de un ejército que le superaba en número 2 a 1 y que estaba atrincherado en posiciones dominantes. En circunstancias tan adversas pocos hombres hubieran podido escapar, pero el temple de Shelby y el ejemplo que era para sus hombres cuando le veían cargando a caballo temerariamente contra el enemigo, habían marcado la diferencia. Ahora la misión de Shelby era la más difícil de todas: atravesar 400 millas(644 km), plagadas de enemigos buscándoles, para regresar al territorio confederado.
El 14 de octubre, el grupo de hombres de Shelby que habían quedado separados y que estaba liderado por el mayor Hunter consiguieron escapar del cerco federal y con gran fortuna se toparon poco después con una columna de suministros federal, cuya captura les permitió aprovisionarse y conseguir más de 100 mulas con las que aumentar su movilidad. Por último, tras duras escaramuzas con patrullas federales, consiguieron cruzar el río Osage antes de que el enemigo le cortara el paso.
Mientras tanto, el grupo principal, liderado por Shelby, tras esperar en vano que Hunter y el resto consiguieran unirse de nuevo con ellos, siguió su ruta de escape hacia el oeste, perseguidos de cerca por el coronel Philips y 7º de caballería de la milicia de Missouri.
El 18 de octubre, tras cabalgar más de 100 millas (161 km)sin descanso, y evitar grandes concentraciones de tropas enemigas que andaban tras sus huellas, Shelby consiguió cruzar el río Osage y llegar al anochecer a la localidad de Carthage donde por fin sus hombres pudieron tomar un breve respiro. Sin embargo, las tropas federales del brigadier Ewing llegaron al amanecer a Carthage y capturaron a 30 soldados de Shelby antes de que pudieran siquiera defenderse. Tras un intenso combate, Shelby y el resto consiguieron zafarse de los unionistas y continuar la huida.
Dos días después, el 20 de octubre, los exploradores de Shelby se toparon con el campamento del mayor Hunter y su grupo, del que no sabían nada desde la Batalla de Marshall. Por fin los dos grupos conseguían reunirse. El 26 de octubre, tras forzar el camino combatiendo contra varias patrullas federales, la Brigada de Hierro cruzaba el río Arkansas y entraba en el territorio fronterizo entre la Unión y los Estados Confederados. Tras innumerables penurias y cabalgar sin descanso con los enemigos en sus talones habían llegado a “casa”.
El gran raid de Shelby había concluido dejando un balance impresionante: durante 41 días habían recorrido 1.500 millas(2.415 km)a través de territorio enemigo, provocando una movilización federal masiva que distrajo del frente ingentes cantidades de hombres y recursos. El sistema de comunicaciones federales fue totalmente colapsado con la destrucción del tendido del telégrafo y la voladura de gran cantidad de puentes y vías del ferrocarril. A esto se sumó la captura de gran cantidad de armas, municiones y suministros de todo tipo. En total las perdidas federales alcanzaron la escalofriante cifra de 2 millones de dólares de la época y 600 bajas entre sus soldados.
Por su parte, Shelby había sufrido unas 200 bajas, la mayoría entre los nuevos reclutas, dada su inexperiencia. Además había perdido todos sus suministros y su artillería.
Unas pérdidas escasas si se tienen en cuenta los logros obtenidos. Por último hay que destacar que el raid de Shelby a través de Missouri sirvió no solo para distraer el esfuerzo de guerra federal de su ofensiva contra Chattanooga en el Oeste de EEUU, sino que también sirvió para obtener 800 nuevos reclutas para la Confederación y además inflamó el sentimiento nacional de la población simpatizante, multiplicándose los grupos guerrilleros que surgirán en la región a raíz de las acciones de Shelby, el cual, para mucha de esta gente era un héroe de carne y hueso.
4 – El fin de los sueños:
Tras el raid, Shelby fue ascendido en diciembre de 1863 al grado de Brigadier General y se reincorporo al frente del Trans Mississippi. Teatro de operaciones que durante la mayor parte de 1864 permaneció tranquilo, mientras la guerra se decidía en otros frentes. Finalmente, el alto mando confederado de la zona, dirigido por el general Price y el general Kirby Smith, decidió lanzar un nuevo raid contra Missouri con el objetivo de intentar repetir el éxito del año anterior. Esta vez la incursión sería de carácter masivo, ya que participarían casi 12.000 soldados, aunque muchos de ellos eran nuevos reclutas sin experiencia. El 19 de septiembre comenzó la ofensiva de Price con Shelby a la vanguardia del ejército. El primer objetivo de los confederados era el poblado de Pilot Knob, en el sur de Missouri. Dicha localidad estaba defendida por el Fuerte Davidson, donde se almacenaban enormes cantidades de armas, municiones y suministros. Si conseguían tomar el fuerte, el ejército de Price podría aliviar la escasez de armas y suministros que sufría. Tras varios días de asedio, el 27 de septiembre los confederados lanzaron un asalto general contra el fuerte, pero la cosa acabó muy mal…el fuerte estaba muy bien defendido con numerosas piezas de artillería que causaron verdaderos estragos en las fuerzas atacantes. Price perdió más de 1.000 hombres en este asalto, pero lo peor fue que al anochecer los defensores consiguieron escaparse tras volar el fuerte con todos los suministros. Este infructuoso episodio arrebato a los confederados el elemento sorpresa y permitió a los federales preparase para la defensa del estado. El siguiente objetivo de Price era Jefferson City, la capital del estado de Missouri, pero ésta estaba muy bien defendida con 5 fuertes artillados que protegían sus accesos. Los confederados no tenían ni de lejos los recursos para tomar la ciudad, as que tuvieron que darse media vuelta.
Entre tanto, los federales habían logrado reunir dos ejércitos de 14.000 soldados cada uno para aplastar la invasión confederada. Uno de estos ejércitos, proveniente de San Louis se encargaría de perseguir a las tropas de Price mientras que el otro defendería la frontera con Arkansas para evitar la huida de los confederados. Tras varias escaramuzas, el 23 de octubre los dos ejércitos federales se enfrentaron a los confederados en la localidad de Westport. La dura batalla que se entablo parecía perdida para los confederados, dada la superioridad numérica del enemigo, hasta que la Brigada de Hierro de Shelby lanzó una demoledora carga que rompió las líneas federales y permitió escapar al ejército de Price. Tras esto, el ejército de Price consiguió llegar a Kansas donde se produjeron de nuevo violentos enfrentamientos con las tropas federales. Una vez más Shelby consiguió salvar al ejército con sus furiosas cargas y sus acciones de retaguardia; deteniendo al enemigo el mayor tiempo posible para que el resto del ejército siguiera avanzando. Sin suministros y tras sufrir numerosas bajas, el ejército de Price comenzó a descomponerse, sufriendo muchas deserciones. Tras conseguir llegar a Territorio Indio y librarse de la persecución federal el ejercito confederado de Price comenzó a comerse sus caballos y mulas para poder sobrevivir. En diciembre de 1864 los supervivientes llegaron a Arkansas tras haber recorrido 1.434 millas(2308 km) y librar más de 43 batallas contra el enemigo.
A comienzos de 1865 la guerra estaba perdida por completo y los ejércitos confederados comenzaron a rendirse. El 9 de abril de 1865, Robert Edward Lee, comandante en jefe de los ejércitos confederados se rendía a las tropas de la Unión en Appomattox. Un mes después, el 26 de mayo de 1865 el ejercito de Kirby Smith se rindió a los federales, siendo el último ejercito confederado en rendirse.
Shelby y 1.000 soldados de su Brigada de Hierro no aceptaron la derrota y se marcharon a México, que en aquellos momentos vivía una cruenta guerra civil entre los invasores francés, que habían impuesto como gobernante al emperador Maximiliano, y los patriotas mexicanos liderados por Benito Juárez. Shelby pensó en un primer momento en unirse a los “juaristas”, pero, tras varios desencuentros con ellos, decidió ponerse al servicio del emperador. El emperador concedió a los ex combatientes confederados tierras para que fundaran una colonia cerca de Veracruz a la cual llamaron curiosamente “Carlota”.
Sin embargo, la posterior caída de Maximiliano, y el triunfo de los juaristas obligó a los confederados a regresar a sus hogares en EEUU. Shelby regresó a su casa en 1867 para dedicarse de nuevo al cultivo de tierras.
En 1893, Shelby fue elegido Marshall federal, encargado de mantener la ley en el distrito del este de Missouri. Cuatro años más tarde, en 1897, Shelby fallecía en la localidad de Adrian, Missouri, siendo enterrado en el cementerio Forest Hill de Kansas City. Nunca se había rendido oficialmente.
Shelby y sus hombres pasarían a la posteridad como “the Undefeated” (los no derrotados), un ejemplo de lo que un hombre con principios firme y sin temor era capaz de conseguir. Su vida inspiraría también la película de 1969 del mismo nombre (the Undefeated) protagonizada por John Wayne y Rock Hudson.
Fuentes: “Ride Around Missouri” de Sean McLachlan
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