lunes, 22 de agosto de 2016

El mito de los gigantes


Los mitos son Historia disfrazada donde la atmósfera está más cerca del Cielo, los hombres más cerca de los dioses, y el tiempo más cerca de la eternidad.

Cada país parece que tiene dentro de sus mitos y leyendas alguna referencia a tiempos muy lejanos cuando hombres colosales de increíble tamaño y fuerza habían caminado alguna vez por la Tierra.


Las mentes incrédulas siguen permaneciendo tan cerradas hoy como cuando lo estaban en la Edad Media, aun cuando sólidas pruebas son presentadas ante ellas. Considere entonces el descubrimiento de un gigante encontrado sepultado con su armadura. El descubrimiento fue reportado por Hugh Hodson de Thorneway en 1601, encontrado en Cumberland, Inglaterra. "Dicho gigante estaba sepultado a 3,60 mts. de profundidad en la tierra, que es ahora un trigal. Él medía 4,10 mts. de altura y estaba con su armadura completa: su espada y su hacha de batalla estaban junto a él. Su espada era de dos palmos [unos 40 cms.]de ancho, y más de 1,80 mt. de largo. La cabeza de su hacha de batalla medía 90 cms. de largo, y el eje de ella, todo de hierro, era tan grueso como el muslo de un hombre, y de más de 1,80 mt. de largo... Sus dientes medían 15 cms. de largo y 5 cms. de ancho; su frente medía más de 50 cms. de ancho. Su hueso del mentón podía contener 6 galones de harina de avena. Su armadura, espada y hacha de armas están donde el señor Sands, de Redington y donde el señor Wybers en St. Bees" (Samuel Jefferson, The History and Antiquities of Allerdale Ward, 1842, tomado del manuscrito Machel, de Carlisle, vol. VI).



En nuestros propios tiempos modernos de vez en cuando oímos hablar de algún incidente donde un humano alcanza una altura de 2,40 ó 2,70 mts., pero nuevamente tales casos son poco comunes. El gen biológico que produce humanos de estatura gigantesca es una anomalía que está casi extinguida. Retrocedamos algunos siglos cuando el mundo era enorme y todavía no totalmente explorado y los avistamientos de gigantes eran más frecuentes.



Con el planeta Tierra girando durante Eones de tiempo por miles de millones de años y una variedad aparentemente interminable de especies vivientes, muchas de las cuales han aparecido y desaparecido, ¿donde comienza realmente la Historia? En London, Texas, por ejemplo, en 1934 un pequeño mango de madera fue encontrado sobresaliendo de un peñasco de roca sólida. La roca fue partida y abierta en 1947 para revelar una cabeza de martillo metálica al otro extremo del mango de madera. La antigüedad de las piedras es medida en sus segmentos de tiempo más pequeños de 50.000 años. ¿Cuántos años imagina usted que le tomaría a una sólida roca del periodo Ordivicense formarse alrededor de un martillo? Esto conduce posteriormente a la pregunta de ¿cuántas Eras enteras de civilizaciones han sido totalmente borradas de la pizarra de la Historia de la Humanidad por causa de numerosas catástrofes pasadas?.


Siempre que los principios de la historia humana se desvanecen en la creciente oscuridad, la gran antigua Edad de nuestra prehistoria atlante entra sigilosamente para visitarnos otra vez. La leyenda de la Atlántida parece permanecer sólo para la memoria simbólica final de una cultura perdida, la cortina de cierre de una dorada edad pasada. Muchos hechos indican que esas tempranas civilizaciones no fueron en absoluto las que lo comenzaron todo; en vez de eso, ellas fueron los remanentes de civilizaciones perdidas quizá más altas. A la luz del conocimiento acumulado de la Atlántida hoy, sería justo decir que su destrucción también marcó el final de la Era de las razas gigantescas en su mayor parte.


En la Atlántida los diez reyes gobernantes llevaban puestas capas azules. Wotan en Asgard también era conocido por llevar puesta la simbólica capa de cielo azul, al igual que el dios Apolo era conocido por tener el pelo teñido azul y por haber nacido entre los hiperbóreos del Norte. Toda la cosmología teutónica de la creación comienza con los gigantes. Éstos eran los gigantes primordiales de la época glacial más temprana, los "Ur-Homines'' cuyos descendientes darían a luz después a Wotan y a sus hermanos Vili y Ve.


Más tarde, cuando los gigantes se convirtieron en una amenaza para los dioses de Asgard, éstos por su parte se hicieron decididos enemigos. Thor, el hijo de Wotan, era conocido entre muchos otros nombres como "el Gigante Asesino". Esencialmente, el gigante es un símbolo de descontento, por el cual él o intenta destronar a los dioses o destruír la obra del hombre. La hazaña del héroe consiste en restaurar el equilibrio que había sido perturbado por los gigantes al trastornar el orden universal.

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