viernes, 29 de junio de 2012

fotos con historia..

Gagarin en el espacioEl 12 de abril de 1961, el cosmonauta soviético Yuri Alexéevich Gagarin se conviritió en el primer ser humano en el espacio. Su cosmonave Vostok 1 (Oriente 1), controlada desde tierra, lo lanzó a una altitud de 327 kilómetros y lo llevó a dar una vuelta alrededor del planeta Tierra.

Gagarin fue estrictamente un pasajero en este vuelo. Como precaución contra los efectos fisiológicos desconocidos del vuelo espacial sobre las habilidades para pilotar y el propio juicio, los controles de a bordo fueron bloqueados con una combinación secreta. En caso de emergencia, él llevaba la combinación en un sobre sellado.

Después del reingreso, Gagarin se eyectó de la Vostok a una altitud de aproximadamente 7 000 metros y descendió en paracaídas hacia la Tierra. A su regreso comentó "El cielo es muy oscuro; la Tierra es azulada. Todo se puede ver con mucha claridad".

Junto con otros logros, este vuelo confirmó la temprana ventaja soviética en la carrera espacial. Nacido el 9 de marzo de 1934, Gagarin era un piloto de caza de la Fuerza Aérea antes de ser escogido para primer grupo de cosmonautas en 1960. Como resultado de su histórico vuelo, se hizo un héroe internacional y una leyenda. Murió cuando su jet MiG se estrelló durante un vuelo de entrenamiento el 27 de marzo de 1968. Gagarin tuvo un funeral de héroe y sus cenizas están enterradas en el Muro del Kremlin.
  De Reum Natura
Este elegante manuscrito del poema filosófico de Lucrecio "De Rerum Natura" fue copiado por el fraile agustiniano Girolamo di Matteo de Tauris para el papa Sixto IV, en 1483. Es un ejemplo del interés por los tratados antiguos sobre la naturaleza por parte de la curia del Renacimiento.

Lucrecio es el nombre familiar de Tito Lucrecio Caro, el poeta romano del siglo I antes de Jesucristo, que en su gran poema didáctico en seis volúmenes, De Rerum Natura (De la naturaleza de las cosas), presentó las teorías de los filósofos griegos Demócrito y Epicuro, y constituyó la fuente principal de la que hoy disponemos para conocer el pensamiento de Epicuro.

Su representación del universo como un conjunto fortuito de átomos que se movían en el vacío, su insistencia en el hecho de que el alma no es una entidad distinta e inmaterial, sino una aleatoria combinación de átomos que no sobrevive al cuerpo, y su defensa de que los fenómenos terrestres responden exclusivamente a causas naturales, intentan demostrar que el mundo no se rige por el poder divino y, por lo tanto, que el miedo a lo sobrenatural carece por completo de fundamento.

Lucrecio no niega la existencia de los dioses, pero considera que no intervienen para nada en los asuntos o en el destino de los mortales. Uno de los pasajes más famosos de su obra De Rerum Natura es la descripción de la evolución de la vida primitiva y el nacimiento de la civilización.

Lucrecio fue fiel a Epicuro, pero añadiendo a éste la vertiente del corazón. Era preciso hacer de la doctrina intelectual del maestro una doctrina cordial, que entrara por el sentimiento y penetrara, más allá de la reflexión, por el lenguaje de la fantasía, en los entresijos de la emoción.
Esferas de Kepler     Kepler era un astrónomo y matemático fascinado por la geometría de Euclides. Veía en el Universo la obra de un divino creador, el Geómetra Perfecto. En el afán de descubrir esa geometría pasó gran parte de su vida intentando asociar los 5 sólidos pitagóricos a las órbitas de los planetas alrededor del Sol, anidando unos dentro de otros, en lo que él llamo su "misterio cósmico", publicado en 1596.

              la esfera de  Kepler.. 
StonehengeStonehenge es un monumento ritual prehistórico situado en Wiltshire, en la llanura de Salisbury, al suroeste de Inglaterra, fechado entre los últimos periodos del neolítico (finales de la edad de piedra) y los primeros de la edad del bronce.

Es el más famoso de los monumentos megalíticos de Inglaterra y la estructura prehistórica más importante de Europa. Es muy probable que hubiera sido un lugar de reunión tribal o un centro religioso relacionado con la observación astronómica. Las piedras están alineadas siguiendo patrones astronómicos. Señala las direcciones de salida y puesta de sol en determinados dias del año, así como las posiciones de la luna, y srve para determinar el inicio del verano.

Fue construido en varias fases a lo largo de unos seiscientos años, entre 2200 y 1600 a.C., y la mayoría de sus grandes piedras están colocadas en relacion con la Luna y el Sol, y no con las posiciones de las estrellas. Se adoptó ese plan probablemente ya que las declinaciones del Sol y de la Luna tienen ciclos predecibles.Pirámides de Egipto 
La pirámide de Jufu, generalmente conocida como la "Gran Pirámide", es tal vez uno de los monumentos más famosos del mundo. Su majestuosa mole y la perfección de su estructura le han convertido en el centro de atención de quienes visitan la zona de Menfis desde tiempo inmemorial.

Aunque al parecer la astronomía en Egipto no fué tan detallada como en la Mesopotamia, se llegaron a realizar detalladas observaciones de la salida heliaca de al parecer treinta y seis estrellas cercanas al ecuador celeste, que dividían el año en períodos iguales (decas), de la cual sobresale la estrella Sirio (Sothis), considerada la principal de todas, a la cual se le llamó Sothis.

Es mucho lo que se ha especulado alrededor de las pirámides, y en realidad contienen detalles de interés astronómico; por ejemplo, la Gran Pirámide presenta un fenómeno denominado del rayo, el cual se produce al momento del atardecer en el día del equinoccio y consiste en que el sol ilumina de forma rasante las caras norte y sur, notandose que estas no son totalmente planas, sino que poseen una cierta oblicuidad que hace que la mitad de las caras quede iluminada mientras la otra no.

Otro detalle interesante refiere a la disposición de las pirámides, relativas las unas de las otras como la disposición de las tres estrellas del cinturón de Orión.Manuscrito griego  
Éste es el manuscrito más antiguo que forma parte de una colección de trabajos sobre Astronomía y Matemática, tomados de los sabios griegos Autólico, Euclides, Aristarco, Hipsicles, y Teodosio.

El más curioso es el de Aristarco: Sobre el Tamaño y la Distancia del Sol y la Luna. La imagen muestra la Proposición 13, acompañada de unas cuantas glosas, que se refiere a la razón de la prolongación del arco que divide la parte iluminada de la parte oscura de la Luna en un eclipse de Luna a los diámetros del Sol y la Luna.

Aristarco de Samos fue el primer filósofo griego en afirmar que la Tierra gira alrededor del Sol, aunque sólo tenemos constancia de esta afirmación a través de los escritos posteriores de Arquímedes, ya que ninguna de sus obras sobre ese tema ha sobrevivido.

Aristarco también intentó diseñar un método de cálculo para las distancias relativas del Sol y de la Luna desde la Tierra. Aunque su método era matemáticamente correcto, sus cálculos no lo fueron debido a que, en esa época de la historia, no pudo disponer de instrumentos suficientemente precisos.La Escuela de Atenas
La Escuela de Atenas es una de las obras más grandiosas de la pintura renacentista. Se trata de un fresco ubicado en la Signatura del Vaticano, y expresa a la perfección todo el genio de Rafael. La perspectiva se inspira en las obras de Leonardo da Vinci y los personajes recuerdan a Miguel Ángel, que en estas fechas pintaba la Capilla Sixtina.

En el centro se puede ver a Platón, con el Timeo, señalando el cielo, y Aristóteles, con la Ética, presidiendo un gran número de personajes. La Escuela de Atenas celebra la investigación racional de la verdad.

A la izquierda se encuentra Sócrates conversando con Alejandro Magno, armado. La configuración de la arquitectura del templo de la sabiduría, con los nichos de Apolo y Palas Atenea, como espacio renacentista y la representación de los sabios de la antigüedad como hombres contemporáneos de Rafael subrayan esta idea de continuidad entre el presente y el mundo antiguo.

Son muchos más los personajes clásicos representados en la obra, entre los que cabe destacar a Epicuro y Pitágoras, situados a la izquierda.

Se ha pretendido ver en esta pintura una representación de las siete artes liberales. En el primer plano, a la izquierda: Gramática, Aritmética y Música, a la derecha: Geometría y Astronomía y en lo alto de la escalinata Retórica y Dialéctica. En definitiva una continuidad entre el conjunto del saber antiguo y moderno teniendo como protagonista al hombre.Sistema geocéntrico
En el siglo II d.C., Claudio Tolomeo planteó un modelo del Universo con la Tierra en el centro. En el modelo, la Tierra permanece estacionaria mientras los planetas, la Luna y el Sol describen complicadas órbitas alrededor de ella.

Aparentemente, a Tolomeo le preocupaba que el modelo funcionara desde el punto de vista matemático, y no tanto que describiera con precisión el movimiento planetario. Aunque posteriormente se demostró su incorrección, el modelo de Tolomeo se aceptó durante varios siglos.

La primera y más famosa obra de Tolomeo, escrita originariamente en griego, se tradujo al árabe como al-Majisti (Obra magna). En Europa, las traducciones latinas medievales reprodujeron el título como Almagesti, y desde entonces se le conoce simplemente como Almagesto. En esta obra, Tolomeo planteó una teoría geométrica para explicar matemáticamente los movimientos y posiciones aparentes de los planetas, el Sol y la Luna contra un fondo de estrellas inmóviles. Esta obra no incluía ninguna descripción física de los objetos del espacio.Machu Picchu 
Machu Picchu es el más famoso bastión inca en los Andes, situado a unos 130 km al noroeste de Cuzco, en Perú. Está emplazado a gran altitud en una cima entre dos picos, a 600 m aproximadamente sobre el río Urubamba, a unos 2.045 m de altitud. Machu Picchu significa "Cerro Viejo" .

Los restos de la ciudad cubren unos 13 kilometros cuadrados de terrazas construidas en torno a una plaza central y conectadas entre sí mediante numerosas escaleras. La mayoría de los edificios, se calcula un total de más de 150 viviendas, son casas de una sola habitación (en la actualidad sin su correspondiente techo), dispuestas en torno a patios interiores. Algunas de las estructuras más grandes fueron utilizadas para ceremonias religiosas.

Dos de los edificios más destacados son la Casa de la Ñusta, que pudo ser una zona de baños y de la que se conservan varias puertas trapezoidales con enormes dinteles; por otro lado, es famoso el intihuatana, u observatorio astronómico que se levantó en uno de los lugares más estratégicos, desde donde los incas pudieron estudiar los movimientos del Sol.Piedra del Sol 
También llamada Calendario Azteca porque sus relieves son alusivos a los cultos solares y conocimientos astronómicos de los aztecas. Este gigante monolito es el resultado de siglos de observación astronómica de nuestros antepasados.

La Piedra del Sol es, probablemente, el monolito más antiguo que se conserva de la cultura prehispánica, cuya fecha de construcción fue alrededor del año 1479. Los motivos escultóricos que cubren su superficie parecen ser un resumen de la compleja cosmogonía azteca.

Este monumento está labrado en bajo relieve en un monolito basaltico. Tiene un diámetro de 3.60 metros y pesa 25 toneladas. En la Plaza Mayor de la Gran Tenochtitlán, ocupaba un destacado lugar colocado sobre uno de los templos llamado Quauhxicalco.

Fue derribado al consumarse la conquista española, permaneció enterrado 270 años hasta ser descubierto el 17 de diciembre de 1790. Actualmente preside la sala Mexica del Museo Nacional de Antropología e Historia en Chapultepec.Chichén Itzá 
Chichén Itzá una de las grandes ciudades de la cultura maya, situada al suroeste de Valladolid (México), en el norte de la península del Yucatán. El nombre, que significa 'La boca de los Cenotes de Itzá', deriva de la tribu itzá que ocupaba el territorio y de los dos pozos o cenotes naturales que suministraban agua a la ciudad y en torno a los cuales estaba centrada la vida religiosa y cultural.

Los Mayas son famosos por sus brillantes y avanzados conocimientos astronómicos.

Chichén Itzá fue fundada a inicios del siglo VI d.C. por la presencia de numerosas peregrinaciones al gran Cenote Sagrado, donde se ofrecían sacrificios al dios de la lluvia Chac, y abandonada hacia el año 670. Reconstruida unos trescientos años más tarde, cuando los itzaes regresaron a la región, se convirtió en la ciudad más importante de todo el norte de Yucatán y en el centro de la cultura maya.

En torno al año 1200 la ciudad fue conquistada por los toltecas, invasores procedentes del norte de México, quienes promovieron su desarrollo aún más. Fue abandonada un siglo antes de la llegada de los españoles.

La civilización maya sigue siendo un misterio. Durante la conquista, los evangelizadores prácticamente acabaron con todo el conocimiento escrito de este pueblo. El pueblo maya tenía códices o libros que lamentablemente fueron quemados.

viernes, 22 de junio de 2012

Processus contra Templarios

Los Caballeros Templarios se han movido siempre en torno a la leyenda, sobre todo desde la muerte del último de sus grandes Maestres Jacques de Molay. Se dijo que fueron declarados herejes por el Papa del momento: Clemente V. Entre las razones expuestas para tal condena estaban la blasfemia, la adoración de falsos ídolos o la sodomía.
Siempre se creyó que había más intereses económicos que religiosos en la censura de la Orden y una de las teorías más aceptadas era la que decía que la deuda que el rey de Francia había contraído con los Templarios provocó que el rey Felipe IV el Hermoso instigara al Papa Clemente V a dictar su abolición y persecución. Todo terminó cuando el 18 de marzo de 1314 fue quemado en la hogera Jacques de Molay.
Pero los documentos que muestran los actos judiciales inquisitorios que llevaron a cabo la desaparición de los Templarios no habían desaparecido. Decimos que habían porque en 2001 la funcionaria Barbara Frale encontró un pergamino en el Archivo Secreto Vaticano donde, al parecer, se describía el proceso.
El 25 de octubre se presentó y vio la luz el documento. Se han hecho 799 copias para el que quiera y pueda pagar los 5.900 euros y así revisar el proceso contra los Templarios. Un primer vistazo al documento aporta nuevas cosas que pueden servir para escribir más libros sobre la Orden.
Al parecer, los documentos cuentan que Clemente V absolvió a los Templarios de la acusación de herejía. Esto supone una nueva historia sobre la desaparición de la Orden, ya que, como muchos creían, la Iglesia no fue quien los condenó a su persecución. Eso sí, todo hace pensar que la presión de Felipe IV y el riesgo de que la monarquía francesa rompiese con la Iglesia llevaron al Papa a suspender la Orden.
De los documentos se puede interpretar, dada la forma en la que acabaron los miembros de la Orden, que fueron los motivos políticos y económicos del rey de Francia los que acabaron con los Templarios y no una supuesta herejía.
De ser verídico este documento que detalla el proceso contra los Templarios, y no hay nada que parezca indicar que pueda ser falso, caerían en saco roto muchas teorías acerca del comportamiento “oculto” de la Orden y los oscuros intereses de la Iglesia en su desaparición.

lunes, 4 de junio de 2012

Esparta..Eugenesia y crianza..



El abandono de los bebés enfermos, débiles o deformes por parte de los espartanos era más humanitario y, en realidad, mil veces más humano que la lamentable locura de nuestro tiempo presente, en que los sujetos más enfermizos son preservados a cualquier precio, siguiendo a esto la crianza de una raza de degenerados lastrados con la enfermedad.(Adolf Hitler)


La crianza espartana rebosa de aquello que Nietzsche en su "Ocaso de los ídolos" llamó "moral de cría" respecto al hombre superior, como oposición a la "moral de doma" que con él lleva al cabo, por ejemplo, el cristianismo. Lo que hacían los espartiatas era extremar la selección natural para poder obtener en el futuro una raza de hombres y mujeres perfectos. El culto a la perfección actualmente suscita airadas protestas entre los adalides del politicocorrectismo actual, siempre contentos con decir que la perfección es inalcanzable ―con lo cual pretenden justificar y excusar su propia incapacidad para mejorar . Se puede decir que el sistema de eugenesia precedía incluso al nacimiento, porque a la joven embarazada y futura madre se le hacía practicar ejercicios especiales pensados para favorecer que su futuro hijo naciese sano y fuerte, y que el parto fuese fácil. Nada más demencial que los tiempos presentes, en los cuales mujeres que no han hecho deporte en su vida, se ven forzadas a dar a luz de forma traumática, sin la preparación física y mental necesaria, como un soldado que va a la guerra sin entrenamiento militar.Recién nacido el bebé, la madre lo bañaba en vino. Según la costumbre espartana, el contacto corporal con el vino hacía que los epilépticos, decrépitos y enfermizos entraran en convulsiones y se desmayaran, de modo que los débiles morían al poco tiempo, o al menos podían ser identificados para su eliminación; pero los fuertes eran endurecidos como el acero, en cuerpo y alma.Si pasaba la prueba, el bebé era llevado por su padre al Lesjé ("pórtico"), e inspeccionado por un consejo de sabios ancianos para juzgar su salud y fortaleza, y determinar si sería capaz de soportar una vida espartana. Todos los bebés que no eran sanos, hermosos y fuertes eran llevados al Apothetai o Apótetas ("lugar de rechazo") en la ladera Este del monte Taigeto (2.407 metros de altura) desde donde eran arrojados a Kaiada o Kheadas (el equivalente espartano a la Roca Tarpeya romana), La luna sobre el monte Taigeto.

una fosa situada 10 kilómetros al Noroeste de Esparta. Kaiada, hasta nuestros días, es un lugar que siempre ha estado rodeado de leyendas siniestras. No sólo los niños defectuosos eran arrojados a sus profundidades, sino también los enemigos del Estado (cobardes, traidores, rebeldes mesenios y sospechosos) y algunos prisioneros de guerra. Recientemente se han descubierto numerosos esqueletos allí sepultados, incluyendo de mujeres y niños.

bebés defectuosos en los bosques para ser devorados por los lobos. En las SS, a los bebés que nacían deformes, débiles o enfermizos se les sofocaba al nacer, y posteriormente se informaba a los padres de que el niño había nacido muerto. Según Plutarco, para los espartanos, "dejar con vida a un ser que no fuese sano y fuerte desde el principio no resulta beneficioso ni para el Estado ni para el individuo mismo". Bajo este principio se ejecutaba, en un acto de compasión verdadera, a todos los bebés que no eran perfectamente sanos. Esto, además de eugenesia, era aristogenesia ("el mejor nacimiento" o "nacimiento de los mejores"). Lo que la Naturaleza suele hacer de modo lento y doloroso, los espartanos lo hacían de modo rápido y casi sin dolor, ahorrando trabajos y sufrimientos innecesarios. En vez de soslayar las leyes naturales —como hace la sociedad tecnológica moderna—, los espartanos las elevaban al máximo exponente, y creaban un mundo donde era imposible huir de ellas.

La mayoría de Estados helénicos (como la totalidad de pueblos indoeuropeos de la antigüedad) siguieron tácticas similares de selección eugenésica en las que se daba por supuesto que el derecho a la vida no era para todos, sino que era necesario ganárselo demostrando ser fuerte y sano. Tal idea viene de la convicción inconsciente de que el pueblo al que se pertenece ha interiorizado un pacto con la Naturaleza. La diferencia estriba en que, en el extranjero, la eugenesia era opcional, pues la decisión correspondía a los padres, de tal modo que el seleccionar a los bebés era una política privada y doméstica. En Esparta, en cambio, la selección era una política estatal plenamente institucionalizada. Los espartanos veían en estas medidas un asunto de vida o muerte, y de supervivencia en cuanto a comunidad de sangre. Asumían estas medidas con convencimiento, pues les habían ayudado en el pasado a superar situaciones tremendamente adversas. Su objetivo era asegurar que sólo los aptos sobrevivirían y favorecer la evolución, manteniendo así bien alto el nivel biológico de Esparta y, sobre esta base, lograr un perfeccionamiento a todos los niveles.


Los bebés que sobrevivían a la selección eran devueltos a sus madres e incorporados a una hermandad masculina o femenina según su sexo —generalmente la misma a la que pertenecían su padre o su madre. Poco o nada se sabe sobre estas hermandades, pero probablemente era allí donde los espartanos eran iniciados en el culto religioso, donde se les enseñaba a tomar las riendas de sus fuerzas interiores, a despertar su espíritu y a recibir la sabiduría de la que Esparta era heredera. Tras haber sido aceptados en dicha hermandad, pasaban a vivir con sus madres y las niñeras, criándose entre mujeres hasta los 7 años. 


Durante estos 7 años, la influencia femenina no los suavizaría, dado que se trataba de mujeres que sabían criar sin ablandar. Las madres y niñeras espartanas eran un auténtico ejemplo de maternidad sólida: jóvenes duras, severas y virtuosas, imbuidas y convencidas de la profunda importancia y el carácter sagrado de su misión. Habían sido entrenadas desde que nacieron para ser mujeres de verdad —para ser madres. Se les extirpó cualquier tipo de excesiva ternura o compasión que pudieran tener para con su hijo. Si el bebé era defectuoso, debía ser sacrificado, y si no, debía ser curtido cuanto antes para estar en condiciones de soportar una vida espartana. Los primeros años de la existencia de un pequeño lo marcan para el resto de su vida y así lo comprendieron las espartanas, de modo que se aplicaron con esmero en su tarea de criar hombres y mujeres superiores.
En vez de envolver a los bebés en vendajes, ropas de abrigo, pañales y mantas como si de larvas se tratasen, las madres y nodrizas de Esparta les ponían telas flexibles, finas, ligeras y en escasa cantidad, dejando libres las extremidades para que pudieran moverse a voluntad y experimentar la libertad corporal. Sabían que los bebés tienen un sistema inmunológico más fresco e intacto que los adultos, y si se les enseñaba a aguantar el frío y el calor a temprana edad, no sólo no se resentirían, sino que se endurecerían y serían más inmunes en el futuro. En vez de ceder ante los lloriqueos de los bebés, las mujeres espartanas les acostumbraban a no quejarse. En vez de permitir el capricho con la comida y sobrealimentarlos con alimentos super-purificados, ultra-esterilizados e hiper-desinfectados que hicieran que sus sistemas inmunológicos perdieran la atención, les alimentaban con una dieta tosca y natural. En vez de cometer la aberración de alimentarles con leche de animales, pasteurizada, hervida y despojada de sus cualidades naturales, las mujeres espartanas amamantaban ellas mismas a sus hijos, contribuyendo a formar el enlace biológico maternal.

Durante los 7 primeros años, otra de las tareas era lograr que los infantes se enfrentaran a sus temores, extirpando los miedos y las supersticiones infantiles. Para ello, las madres y niñeras espartanas recurrían a diversos métodos. En vez de permitir que los bebés desarrollaran temor a la oscuridad, desde recién nacidos les dejaban a oscuras para que se habituaran a ella y le perdieran el miedo. En vez de favorecer que los bebés no se supieran valer por sí mismos, a menudo los dejaban solos. Les enseñaban a no llorar y a no quejarse, a ser duros y a soportar la soledad —aunque sí quitaban los objetos o impedían las situaciones que pudieran disgustar a los bebés o hacerlos llorar justificadamente.
Los bebés espartanos no eran precisamente mimados como los bebés de hoy en día, que son sobreprotegidos y colmados de ropas de abrigo, pañales abultados, gorritos, bufandas, manoplas, patucos, encajes, cascabeles, dibujos afeminados y colores chillones que convierten a la pobre criatura en una ridícula pelota hinchada y multicolor, restringiendo su crecimiento, atrofiando su inmunidad, aislándole de su medio e impidiéndole sentir su entorno, adaptarse a él y desarrollar complicidad con él.
A los bebés de Esparta no se les tenía rodeados de aduladores a todas horas, pendientes de sus lloriqueos. Y tampoco se les sometía a conciertos de grititos, mimos y risas histéricas por parte de mujeres poco sanas, ruidos que confunden al bebé, lo incomodan y lo hacen sentir ridículo, para acabar convirtiéndolo en tal. Las madres espartanas no reprendían a sus hijos cuando demostraban curiosidad, o cuando se arriesgaban, o cuando se ensuciaban en el campo, o cuando se alejaban a solas, o salían a explorar, o se lastimaban jugando, porque ello diezmaría su iniciativa. Esta costumbre afeminada de sobremimar a los niños y de recriminarles cuando se arriesgan proviene de las razas oscuras (muy dadas, en cambio, a los infanticidios rituales), y las sociedades indoeuropeas tendían a ser más severas, rigurosas y exigentes para con ellos.
A los niños espartanos, en fin, se les permitía internarse en la Naturaleza, correr por los campos y por los bosques, trepar árboles, escalar rocas, ensuciarse, ensangrentarse, juntarse, pelearse y andar totalmente desnudos para que no quedase una sola porción de su piel sin curtir a la intemperie. Eran tratados como verdaderos cachorros.


Todos los varones física y espiritualmente sanos sienten la llamada del heroísmo, de la guerra y de las armas desde muy temprana edad, pues es un instinto que la raza les ha inyectado en la sangre para asegurar su defensa. Lejos de alejarles del gusto por la violencia que se da siempre entre los niños, las mujeres espartanas lo fomentaban en lo posible. Cada vez que los niños veían un soldado espartano, se creaba entorno a él una aureola de misterio y adoración; lo admiraban, lo tenían como modelo y ejemplo, y querían emularle cuanto antes.



Como resultado de estas sabias políticas, las nodrizas espartanas se hicieron famosas por en toda la Hélade, pues su infalible crianza producía unos niños tan maduros, recios, disciplinados y responsables que muchos extranjeros se apresuraron a contratar los servicios de estas niñeras para criar a sus propios hijos bajo los métodos espartanos. Por ejemplo, el famoso ateniense Alcibíades (450 AEC-404 AEC), sobrino de Pericles y alumno del filósofo Sócrates, fue criado por la nodriza espartana Amicla.

LA INSTRUCCIÓN DE LOS NIÑOS
¿No sabéis que sólo la disciplina del dolor, del gran dolor, es lo que ha permitido al hombre elevarse?

(F. W. Nietzsche, "Más Allá del Bien y del Mal").
Debéis practicar la obediencia… No queremos un pueblo blando, ¡sino duro! Y vosotros debéis endureceros mientras aun seáis jóvenes. Debéis aprender a aceptar privaciones y no desfallecer.

(Adolf Hitler, discurso a la Juventud Hitleriana).



A los siete años (edad a partir de la cual las glándulas pituitaria y pineal comienzan a degenerar), los niños espartanos eran más duros, fuertes, sabios, feroces y maduros que la inmensa mayoría de adultos del presente. Y aunque no eran aun hombres, estaban ya perfectamente preparados para la llegada de la masculinidad. A esta edad (a los cinco años según Plutarco) comenzaban su Agogé o Egogé (entrenamiento o instrucción).
La Agogé es probablemente el sistema de entrenamiento físico, psicológico y espiritual más brutal y efectivo jamás creado. La educación que recibían los niños espartanos era obviamente del tipo paramilitar; un adiestramiento severo, despiadado y doloroso, que en algunos casos estaba claramente orientado a la guerra de guerrillas en los montes y en los bosques, para que el niño se fundiese con la Naturaleza y se sintiese el depredador rey. Era un proceso sobrehumano, un auténtico infierno, casi de alquimia espiritual y corporal, infinitamente más dura que cualquier instrucción militar del presente, porque era muchísimo más peligrosa, duradera (13 años) y extenuante, porque los fallos más nimios se castigaban con enormes dosis de dolor —y porque los "reclutas" eran niños de siete años.




Inmediatamente tras ingresar en la Agogé, lo primero que se hacía a los niños era afeitarles la cabeza. Es indudable que eso era lo más práctico para quienes estaban destinados a moverse entre densa vegetación, a morder el barro y a luchar entre ellos [17], pero el sacrificio del cabello comportaba además una suerte de iniciación del tipo de "muerte mística": se renuncia a las posesiones, a los adornos, a la individualidad, a la belleza, incluso se desprecia el propio bienestar (el cabello es importante para la salud física y espiritual), se uniformiza a los "reclutas", se les da una sensación de desnudez, de soledad, de desamparo y de comienzo (los bebés nacen calvos o con poco pelo), una especie de "empezar desde cero", arrojándoles bruscamente a un mundo de crudeza, dolor, renuncia y sacrificio. Esto no es algo aislado ni arbitrario. Los primeros ejércitos, compuestos de muchos hombres que tenían que vivir juntos en un espacio reducido, vieron la necesidad de mantener corto el cabello para evitar la proliferación de piojos y enfermedades. Por otro lado, la cabeza rapada debía significar algo más para ellos. Los sacerdotes egipcios del más alto grado, los legionarios romanos y los templarios también se afeitaban el cráneo, así como, hasta nuestros días, los monjes budistas y numerosas unidades militares. Cuando se uniformiza a un grupo, sus integrantes no se diferenciarán ya por su aspecto "personalizado" o por sus modificaciones externas, sino por las cualidades en las que sobresalgan desde cero en igualdad de condiciones que sus camaradas. Uniformizar a un grupo, paradójicamente, es el mejor método para observar atentamente qué es lo que realmente distingue a los individuos.

Los niños captaban lo que se les sugería: renunciar a sí mismos, del mismo modo que Goethe dijo que "debemos renunciar a nuestra existencia para existir verdaderamente". Paradójicamente, sólo aquel que no se aferra patéticamente a su vida puede llegar a vivir como un hombre de verdad, y sólo aquel que no se aferra desesperadamente a su ego y a su individualidad puede llegar a tener un carácter verdaderamente consolidado y una personalidad bien definida.
Tras el afeitado de cráneo, a los niños se les organizaba por agelai o agelé (hordas, o bandas) al estilo paramilitar. Los niños más duros, hermosos, fieros y fanáticos (esto es, los cabecillas, los líderes naturales) eran hechos jefes de horda en cuanto se les identificaba. En el ámbito de doctrina y de moral, lo primero era inculcar a los reclutas amor a su horda, una obediencia sagrada y sin límites para con sus instructores y sus jefes, y dejar claro que lo más importante era demostrar una inmensa energía y agresividad. Para con sus hermanos, sus relaciones eran de rivalidad y competencia perpetuas. Aquellos niños eran tratados como hombres, pero quienes así les trataban no perdían de vista que seguían siendo niños. Se les estampaba también con esa marca que distingue a todo cachorro feroz y confiado en su capacidad: la impaciencia, el ansia de demostrarse y de ponerse a prueba, y el deseo de distinguirse por sus cualidades y sus méritos en el seno de su jauría.

A los niños se les enseñaba a manejar la espada, la lanza, el puñal y el escudo —lo cual les endurecía las manos— y a marchar en formaciones cerradas, realizando los movimientos con precisión y con sincronización perfecta. Prevalecían en el ámbito físico los procesos de endurecimiento, y se entregaban a muchísimos ejercicios corporales pensados para favorecer el desarrollo de su fuerza y de sus cualidades guerreras latentes: correr, saltar, lanzamiento de jabalina y de disco, danza, gimnasia, natación, lucha libre, tiro con arco, boxeo y caza son algunos ejemplos.


Para fomentar la competitividad y el espíritu de lucha, y para acostumbrarlos a la violencia y al trabajo en equipo, a las hordas de niños espartanos se les hacía competir entre ellas en extenuantes partidos de un violentísimo juego de pelota que consistía básicamente en una variante, mucho más libre y brutal, del rugby. Los jugadores se llamaban sfareis. Podemos imaginarnos a aquellos pequeños salvajes de cabeza afeitada propinándose toda clase de golpes de todos los modos posibles, chocando, esquivando e intentando luchar por coordinarse, hacerse con la posesión de la pelota y llevarla a la meta convenida, más allá del territorio rival y por encima de los cuerpos del rival. Casi podemos, también, oír los golpes secos, los gritos de agresividad, las señales de coordinación, los crujidos de los codazos, los rodillazos, las patadas, los puñetazos, los cabezazos, las torceduras y los placajes que debían darse en aquel juego transformador de caracteres y forjador de personalidades.
En Esparta, como dijimos, se practicaban el boxeo y la lucha libre, pero los espartanos se ejercitaban también en otra arte marcial popular en Grecia: el pankration o pancracio. Consistía en una mezcla de boxeo y lucha libre, similar a las disciplinas modernas de MMA o Vale Tudo, pero más brutal: los participantes podían incorporar a las vendas de sus puños los accesorios que creyeran convenientes para aumentar su poder ofensivo: algunos añadían trozos de madera, láminas de estaño e incluso placas de plomo. Las reglas eran sencillas: valía todo menos morder, así como hurgar en los ojos, la nariz o la boca del adversario. También estaba prohibido matar premeditadamente al contrincante, aunque con todo, muchos eran los que morían en ese sanguinario deporte. En los combates de pancracio, si no se podía proclamar un vencedor antes del atardecer, se recurría al llamado klimax, una solución equivalente al desempate por penaltis en los partidos de fútbol: por turnos, cada luchador tenía el derecho de golpear al otro, sin que al receptor se le permitiese esquivar ni defenderse de modo alguno. Aquel a quien le tocaba propinar el golpe le decía a su contrincante qué postura debía adoptar para recibir el ataque. El objetivo era ver quién caía primero fuera de combate.La falta de piedad para con el alumno prometedor la describió Nietzsche como: "Yo no tengo contemplaciones con vosotros porque os amo de corazón, hermanos míos en la guerra." Y en palabras que parecen dirigidas a un instructor, a un fabricante de superhombres, dice "La piedad debe ser para ti pecado. Sólo admites esta ley: «¡Sé puro!»" La compasión era el peor veneno para Esparta, porque conservaba y prolongaba la vida de todo lo débil y agonizante —ya se tratase de compasión hacia ellos mismos, hacia sus semejantes o hacia sus enemigos..

domingo, 3 de junio de 2012

lo que desconocemos de los Berserkers

A furore normanorum libera nos, Domine. "De la furia de los hombres del Norte líbranos, Señor".
(Oración medieval cristiana).
Los berserkers se asocian al germanismo, es decir, al conjunto de tribus germánicas. Éstas abarcan a escandinavos, anglosajones, holandeses y alemanes. Nos situamos en una época en la que los vikingos, aun paganos, tenían seriamente aterrorizada a una Europa castrada por el cristianismo, y en la que la antigua luz del Imperio Romano había desaparecido desde hace siglos. En el bárbaro se daba un culto a la ira de guerra, y los miembros del rebaño cristiano se dieron cuenta horrorizados de ello. Generalmente, el vikingo despreciaba al cristiano y los cristianos temían al vikingo. En una ocasión, unos vikingos secuestraron a un obispo. Cuando no obtuvieron rescate por él, lo mataron golpeándolo con calaveras de animales. Eran almas aun salvajes e incontaminadas, poseídas por esa mentalidad brutal y contundente tan propia de la Naturaleza.
Entre todos estos bárbaros, los más fieles guardianes de la furia sagrada fueron los bersekers. Esta palabra pervivió en el vocabulario de las naciones que conocieron a estos hombres: en Inglaterra, berseker aun designa a una persona de carácter indómito o salvaje, o a un estado de ira irracional. Berserkr se puede traducir como "camisa de oso"Proviene del hecho de que los bersekers combatían ataviados con pieles de oso, y a veces semidesnudos o desnudos.

Desde pequeños, a los futuros bersekers se les ajustaba en el cuello un anillo de hierro que se relacionan con las torques célticas, y que no se quitarían hasta matar a su primera víctima. Se desconoce completamente el tipo de instrucción que se les daba, pero básicamente se trataría de una especie de campamento militar y ascético al estilo espartano, en el que se les enseñaba a manejarse con las armas, en el combate cuerpo a cuerpo y en la vida en la Naturaleza, además de adquirir dureza y resistencia frente a todo tipo de privaciones, en el marco de una vida cazadora-recolectora. A través de años, iban construyendo el cuerpo del guerrero, acostumbrado a la fatiga, a las privaciones y al sufrimiento. Y todo ello conjugado con alguna forma desconocida de yoga: una de las habilidades que lograban mediante su misterioso ascetismo era, sentados sobre la nieve durante una nevada o ventisca, derretir con su propio calor interior la nieve que les caía encima.
Los cachorros bersekers recibían iniciación en un culto que se podría llamar misterios de Odín, el patrón de estos guerreros. Los bersekers a menudo eran llamados "hombres de Odín" o "lobos de Odín" por su predominante culto a esta deidad, denominada "padre de todo" o "el fuerte de arriba". Nos inclinamos a considerar a los bersekers, por tanto, como sectas de guerreros de élite, severamente entrenados desde pequeños en las artes de la lucha y de la alquimia interior, e iniciados en un culto a Odín mediante algún tipo de ritual extremadamente violento.violentoEn combate, los bersekers presentaban un aspecto aterrador para sus enemigos. Vestidos con pieles de oso, o de lobo , desnudos o pintados de negro, se arrojaban al combate siempre en grupos de doce , gritando como posesos, echando espuma por la boca y siendo inmunes a las heridas más terribles. Imaginémonos el aspecto de esos hombres cargados de músculos, venas, nervios y tendones, con la cara crispada bajo la piel de la bestia, los fanáticos ojos azules abiertos como platos y brillando con aquel acies oculorum que Julio César y Tácito advirtieron entre los guerreros germanos; los dientes apretados con furia y echando espumarajos, la sangre del enemigo salpicándoles por encima… al instante comprenderemos que aquellos guerreros no tenían nada que ver con el tipo actual de querubines de los que se compone Occidente. Esos bersekers eran de la misma sangre que muchos europeos modernos, pero ellos eran superhombres que vivían para la guerra, mientras que el occidental medio de nuestros días es un afeminado blando que vive para la paz y, en su miopía, persiste en creer que lo sabe todo sobre el mundo, el hombre y la vida.
En el ámbito de la mitología tenemos muchos ejemplos de la furia de los bersekers. La saga del rey Hrolf habla del héroe berseker Bjarki, que combatía por dicho rey y que en una batalla se transformó en un oso. Este oso mató a más enemigos que los cinco campeones selectos del rey. Las flechas y las armas rebotaban de él, y derribó a hombres y caballos de las fuerzas del enemigo rey Hjorvard, desgarrando con los dientes y las garras cualquier cosa que se interpusiera en su camino, de tal modo que el pánico se apoderó del ejército enemigo, disgregando sus filas caóticamente. Esta leyenda —que no deja de ser eso, una leyenda— representa la fama que habían adquirido los bersekers en el Norte, como grupos reducidos pero, por su bravura, perfectamente capaces de decidir el resultado de una gran batalla.
    
Ahora bien, ¿cuál es la explicación para estos hechos, que rebasan con creces lo normal? ¿Cómo hemos de interpretar el berserkergang? En nuestros días, algunos que siempre miran con odio y resentida desconfianza cualquier manifestación de fuerza y salud, han querido degradarlo. Para muchos de ellos, los bersekers eran simplemente comunidades de epilépticos, esquizofrénicos y demás enfermos mentales (!). Esta ridícula explicación no satisface en absoluto, ya que la epilepsia o la esquizofrenia son patologías cuyos efectos no se pueden "programar" para una batalla como hacían los bersekers, y bajo sus ataques es imposible realizar acciones valerosas o mostrar heroísmo bélico. Un epiléptico se hace más daño a sí mismo mordiéndose la lengua y cayendo al suelo, que destrozando las filas de un numeroso ejército enemigo, y además puede ser reducido por una sola persona. Peliculeramente, otros han sugerido que los bersekers eran alianzas de individuos que habían sufrido mutaciones genéticas, o los supervivientes de un antiguo linaje germánico desaparecido, organizados en forma de comunidades-sectas. Incluso se puede tener en cuenta la explicación "chamánica", según la cual los bersekers eran poseídos por el espíritu totémico de un oso o de un lobo.
La explicación más conocida, empero, es la de que estos hombres combatían drogados. Según dicha teoría, los bersekers ingerían un hongo llamado amanita muscaria (seta de tallo blanco y sombrerete rojo con motas blancas, que abunda entre los bosques de abedules del norte de Europa), o bien algún mejunje preparado con dicha seta. Ésta tiene una toxicidad elevada gracias a un alcaloide llamado muscarina, que altera completamente la conciencia y la percepción. Actualmente se la ha catalogado como "venenosa", dado que en dosis elevadas resulta mortal. La teoría de la amanita muscaria fue elaborada en 1784 por el profesor sueco Samual Ödman (que supo de la utilización del hongo por parte de chamanes siberianos), y se perfiló hasta cierto punto porque la mitología germánica explicaba que, de la boca de Sleipnir —el caballo de Odín, de ocho patas— goteaba una espuma roja que, al llegar al suelo, se transformaba en la seta. Otras teorías de drogas sugieren cerveza con beleño negro o pan o cerveza contaminados con cornezuelo del centeno.
Las sustancias liberadas por las drogas pueden estimularse en el cuerpo mediante prácticas de depuración. Cuando los iniciados obtienen control absoluto sobre su cuerpo, pueden estimular sus órganos, sus glándulas, a voluntad, liberando las sustancias que desean y causando los efectos que desean, con sólo saber materializar el pensamiento. Lo ideal es que las drogas que se utilicen procedan de nuestro propio interior, pues, realmente, las drogas están ya dentro de nosotros —como por ejemplo la testosterona, la adrenalina, la dopamina, las feromonas y las endorfinas—, sólo que a menudo necesitan de un estímulo para liberarse. El uso religioso de las drogas apareció en una época en que la mayoría de personas ya no eran capaces de entrar en trance de modo natural. Y en cualquier caso la ingestión de las drogas con fines religiosos se realizaba bajo un severo control y ritualismo, sobre individuos preparados física, mental y espiritualmente para aguantar sus efectos, y todo vigilado por sabios de las ciencias naturales, conocedores de las plantas, los animales y la Tierra. Se podría añadir otra reflexión más. Durante las situaciones de gran estrés y violencia, el cuerpo se perturba. Aumenta el pulso, se acelera la respiración y sube la adrenalina como una llama. Tienen lugar una serie de respuestas fisiológicas que en sí mismas no son ni buenas ni malas, sino que su naturaleza dependerá del uso que se haga de ellas y de la salida que se les dé. Los guerreros convencionales "caballerescos", intentaban dominar el torrente de reacciones y sensaciones que les causaba el combate, de modo que, manteniendo su voluntad por encima de ellas, conservaban la "sangre fría" y la consciencia intacta. Los bersekers, en cambio, parecían hacer lo contrario: se dejaban llevar por las reacciones físicas ante la lucha, de modo que éstas tomaban posesión de ellos y acababan convirtiéndoles en bestias que lo "veían todo rojo". Afloraba en ellos una voluntad totalmente independiente de la consciencia. Sólo los mejores eran lo bastante duros como para dejarse llevar de verdad por el torrente de ferocidad, soltar sus impulsos salvajemente, perder el control, romper todo lazo y toda atadura para dejar cabalgar libre a la bestia, saborear el profundo y primitivo placer de la carnicería, de la sangría, de la matanza, de la dominación, de la posesión, de la destrucción y de la opresión, sumergir todo su ser en el caos absoluto y sobrevivir para contarlo —aunque es muy probable que después ni siquiera recordasen claramente lo sucedido.

De negro nos vestimos
de sangre nos bañamos
¡Somos invencibles!

Dominar y conocer al enemigo es dominar y conocer al oso, al lobo, al dragón, al toro o al animal totémico que el hombre luchador descubra en sí mismo a través de los símbolos en los acontecimientos de su vida. Cubrirse de negro equivale a cubrirse con la piel de la bestia enemiga, pues la oscuridad es la enemiga —hasta que no sea dominada.

sábado, 2 de junio de 2012

Origen del incendio de Roma..

                                          Para los romanos, en general, al menos durante el medio siglo posterior a la muerte de Jesús, los cristianos eran meramente otra secta judía. En verdad, parecían más fastidiosos que otras sectas judías, pues se esforzaban duramente por lograr conversos.
Puesto que los cristianos no adoraban a los dioses romanos oficiales, eran considerados ateos. Y puesto que no participaban del culto imperial, eran considerados radicales peligrosos y posibles traidores. De hecho, los romanos juzgaban a los primeros cristianos de manera muy similar a como la mayoría de los norteamericanos de hoy juzgan a los comunistas.

Este sentimiento llegó a un punto decisivo en 64 (817 A. U. C. ), cuando estalló un gran incendio que duró seis días y destruyó casi totalmente la ciudad. No es difícil imaginar cómo puede empezar un incendio de este género. Las partes más pobres de Roma tenían construcciones de madera raquíticas y superpobladas. Los métodos modernos de prevención de incendios eran desconocidos y no existían los equipos modernos para la extinción del fuego. Era fácil que cualquier incendio que se produjese no pudiera ser dominado y destruyese la ciudad. Grandes incendios se habían producido en Roma antes de Nerón y otros más iban a tener lugar después de él, pero al parecer ese del 64 fue el peor del que haya quedado noticia.
Nerón estaba en Antium (la moderna Anzio), en la costa, a unos cincuenta kilómetros al sur de Roma, cuan­do el fuego estalló. Al recibir las noticias del incendio, Nerón volvió apresuradamente e hizo lo que pudo para organizar operaciones de rescate, creó refugios tempora­les para los que se habían quedado sin hogar, etcétera.
Al parecer su manía por el espectáculo pudo más que él en un momento. Al contemplar el terrible espectáculo de la enorme ciudad en llamas iluminando el horizonte a su alrededor, recordó el incendio de la ciudad de Troya y, agarrando su lira, no pudo resistir la tentación de can­tar alguna famosa canción sobre ese escenario. Esto ha sido recordado desde entonces en el relato de que Nerón «tocaba el violín» (el violín no fue inventado hasta mu­chos siglos después) mientras Roma ardía.
Se hizo algún intento de modificar las condiciones que habían dado origen al fuego. Los peores tugurios queda­ron totalmente arrasados y se intentó regular la recons­trucción, limitando la altura de los edificios y aumentan­do los materiales resistentes al fuego, al menos en los pisos inferiores. Hubiera sido una buena oportunidad para reconstruir Roma según un plan racional, pero los viejos propietarios tendían a reconstruir donde lo habían hecho antes y Roma fue una ciudad tan enmarañada y sin plan como lo había sido antes.
Nerón aprovechó la oportunidad para hacerse construir un nuevo y magnífico palacio de hormigón y ladrillos, construcción resistente y a prueba del fuego que se puso de moda en lo sucesivo, entre quienes podían permitír­selo.
El pueblo romano sospechó que el incendio había sido premeditado, y Nerón quizá pensó que sus enemigos di­fundirían la versión de que el mismo Emperador había provocado el fuego. Nerón decidió adelantarse y acusó a los cristianos. Eran un fácil chivo emisario y, como resul­tado de ello, se inició la primera persecución organizada contra los cristianos.
Muchos fueron muertos obligados a enfrentarse des­armados con leones en la arena o de otras horribles ma­neras. Según la tradición, Pablo estaba en Roma por entonces y también Pedro, el principal discípulo de Jesús y jefe de la comunidad cristiana de la ciudad. (Pedro es considerado el primer obispo de Roma y, por lo tanto, el primer papa, según la doctrina católica romana.) Se su­pone que Pedro y Pablo sufrieron el martirio en esa per­secución.
Pero las persecuciones fueron llevadas a tales extremos que, hasta según historiadores no cristianos, el populacho romano sintió piedad. En definitiva, tales persecuciones hicieron más para estimular el crecimiento del cristianis­mo que para impedirlo