Es comprensible un sacrificio de conquista… en este caso el gobernante o caudillo de la ciudad conquistada era humillado con la derrota y sacrificado, a veces de inmediato, y otras veces seguía un ritual de preparación para un sacrificio lleno de pompa de conquista.
En cuanto a los sacrificios ceremoniales, se creía que princesas vírgenes eran ofrecidas, en especial en Chichén Itzá en su Cenote Sagrado, pero hallazgos arqueológicos en el fondo revelan que también eran sacrificados hombres y niños.
La famosa ciudad maya de Chichén Itzá sigue dando sorpresas a los investigadores. Un nuevo hallazgo arqueológico en el interior de un cenote (cueva sumergida) mexicano ha desvelado un novedoso tipo de rituales
Los investigadores calculan que este ritual en honor al Dios Tláloc debió celebrarse en los siglos IX y X, cuando los antiguos mayas padecieron dos periodos de sequía en la región y que provocó el llamado Colapso Maya. En el nicho se hallaron restos humanos de, al menos, seis individuos, probablemente sacrificados.
"Aún no sabemos en qué consiste este tipo de ritual", explicó el arqueólogo, que asegura que lo más importante y sorprendente del hallazgo es que se trata de una práctica ceremonial novedosa para los expertos que está en proceso de estudio.
Hasta ahora, los casos documentados de sacrificios mayas se referían a ritos en que se arrojaban a las víctimas al fondo del cenote junto a objetos y otros elementos religiosos.
"En este caso, está claro que las personas no eran arrojadas desde la superficie, sino colocadas en las paredes del cenote. Las hipótesis indican que las poblaciones pudieron estar dedicadas a las deidades de la lluvia, para pedir agua, en tanto que la antigüedad de las ofrendas coincide con la época en que se produjeron dos intensos periodos de sequía. Creemos que a causa de la sequía, el nivel del agua del cenote pudo haber descendido entre 3 y 5 metros respecto al que tiene hoy, lo que habría facilitado a los mayas llegar hasta la cavidad y depositar la oblación", señaló.
Además de la ofrenda mortuoria, en el fondo del cenote, en la poza principal, a 50 metros de profundidad, los arqueólogos subacuáticos realizaron más hallazgos de esqueletos humanos de una veintena de individuos y más de un centenar de elementos de huesos de animales, cerámica y esculturas, entre las que destaca un portaestandarte con características similares a un jaguar.
Cuando se realizaron las investigaciones en este famoso yacimiento, entre 1882 y 1968, los pocos adelantos en la metodología y técnica de investigación propiciaron que se perdiera mucha información, por lo que el estudio de este nuevo cenote podría ayudar a contestar muchas incógnitas que quedaron sin respuestas respecto al primero, que probablemente es el más importante de toda el área maya.
Estas son las conclusiones las que llegó Diego de Landa, Arzobispo de Yucatán, luego de examinar los huesos de las víctimas , en su mayoría niños, que allí se encontraban.
Los huesos se encontraron en la ruina maya de la Ciudad de Chichén Itzá. chi (boca), chén (laguna) y itzá (los Mayas)En esa laguna se encontraron 127 esqueletos que fueron analizados en Physical Anthropology Sektion del Museo antropologico de Mejico .El 80% eran niños de entre 3 y 11 años. Se rompe el mito de que fueran mujeres ya que éstas son minorías entre los esqueletos, las pocas que se encontraron allí, tenían una edad de entre 25 y 35 a. que para esa civilización era una edad madura.
Los craneos tenían todos un corte que iba desde el menton pasando por los globulos oculares, y las orejas. Muchas veces estos cortes eran realizados por brutales golpes llegandoles desprender las mandíbulas.
Otros presentaban decapitaciones. Todo conicide con los dibujos de los sacrificios hechos por los Mayas donde se muestran decapitaciones y la sangre regando la tierra como simbolo de fertilidad.

La cancha de juego de pelota de Chichén Itzá, era tambien una muestra de esta crueldad. Quienes perdían el juego eran sacrificados a los dioses. El juego consistía en empujar una pesada pelota de piedra, sin ayuda de manos y pies, hacia un anillo tambien de piedra que se encontraba a una altura de 6,5 metros en el muro de la plaza. Esta ceremonia es descripta en los dibujos que adornan el lugar. A quienes perdían se les extraía el corazon palpitante que luego era arrojado junto con el cuerpo a la profundidad de la Piramide.
Tambien en los esqueletos de los niños se encotraron marcas en las extremidades como que con cortes profundos les fueron extraídas del cuerpo.
Algunos huesos de los niños fueron asados y quemados por el fuego.Solamente en los cuerpos de niños y mujeres se ven rastros de haber sido quemados o asados y en sus extremidades.
Queda claro que las víctimas que eran muchas veces adornadas y vestidas con alhajas, no eran mujeres sino hombres. La cultura Maya era escencialmente masculina .
El Dios de la lluvia Chaac, que reinaba en lo profundo del ojo de aguam, era quien recibía los sacrificios. Segun su creencia, los dioses querían seres pequeños, sus ayudantes eran tambien enanos y por ello sacrificaban niños. La danza de la lluvia la realizan hoy tambien los descendientes de los Mayas pero sin víctimas.
Los huesos quemados se refieren a la leyenda de Buch Popol Vuh, los mellizos Hunahpu y Xbalanque que fueron quemados por sus enemigos y arrojados al río Xibalba. Al tocar el agua se volvieron a covertir en los mellizos Hunahpu y Xbalanque. En el agua de Chichén Itzá repetían los sacerdotes esta leyenda pero con niños vivos. Hay 2500 de estos agujeros de agua en el Yukatan y seguramente que habría que estudiarlos a todos para llegar a conclusiones mas precisas sobe estos rituales.
Una de las preguntas que quedan sin responder es porqué los Mayas contaminaban con cadaveres las únicas fuentes de agua que poseían.
Después de leer ésto me pregunto si los Mayas no practicarían el canibalismo. La descripción del estado de los huesos me recuerda a los huesos del ganado salido de los mataderos.