domingo, 7 de julio de 2013

Los bóers



El primer ministro de la colonia del Cabo Cecil Rohdes (1890-1896) tenía como objetivo la creación de un imperio colonial desde el Cabo hasta El Cairo, además de apropiarse de las reservas de diamantes y oro de la zona de la República Sudafricana y del estado libre de Orange. Rohdes llegó a tener gran influencia por el descubrimiento de un yacimiento de diamantes, ya había intentado apoyar un golpe de estado fallido contra el gobierno del Transvaal y tuvo que abandonar inmediatamente su cargo. Al estallar la guerra la ventaja fue primero para los 88.000 bóers, que la consideraban una segunda guerra de liberación contra los británicos, tras la de 1880-1881. 
 cuando la superpotencia colonial desplegó su contingente bajo el mando de los mejores militares enviados a Africa del Sur, el curso de la guerra cambió radicalmente. En el bando británico luchan 450.000 hombres, 250.000 de los cuales son soldados regulares, 109.000 voluntarios británicos, 53.000 colonos sudafricanos, 31.000 canadienses, australianos y neozelandeses.
El término bóer en holandes que significa colono se aplicó a los primeros colonizadores de las Provincias Unidas que se fueron estableciendo en el cabo de Buena Esperanza a partir de 1662, y a sus descendientes afincados en Orange y Transvaal durante el siglo XIX.
 Los primeros colonizadores tuvieron que enfrentarse al acoso de la Compañía de Comercio holandesa que, favorecida por el Estado y sostenida por el capital de la burguesía comercial, los trataba como a subordinados inferiores, y a la hostilidad de las poblaciones hotentotas y bosquimanas, que, expulsadas por los bóers de sus fértiles tierras, intentaron recuperarlas una y otra vez. Con el tiempo, la población bóer fue aumentando, así como sus rebaños, lo que originó su desplazamiento hacia el norte y el este y nuevos enfrentamientos con los nativos y con la propia Administración holandesa. Cuando en 1806 los ingleses, para salvaguardar su comercio oriental, ocuparon la colonia de El Cabo, impusieron una administración más rígida que la holandesa y reconocieron a los indígenas ciertos derechos legales, lo cual irritó a los colonos holandeses, de ideología profundamente racista, que optaron por emigrar fuera del control británico y ocuparon nuevas tierras, lo que les ocasionó durísimos enfrentamientos con sus antiguos moradores, los nativos zulúes, a los que finalmente derrotaron en 1838. Pero los ingleses acabaron anexionándose también Natal, el nuevo emplazamiento de los bóers, y entonces éstos se trasladaron a los territorios situados al otro lado de los ríos Orange y Vaal, donde crearon las repúblicas independientes de Transvaal y Orange, que fueron reconocidas por los ingleses en 1852 y 1854. Sin embargo, un nuevo acontecimiento vino a alterar los planes de los perseverantes colonos: el descubrimientos de minas de oro en estas tierras en 1886 motivó una gran inmigración británica, apoyada por los capitalistas mineros, y el estallido, en 1899, de la llamada "guerra de los bóers", que acabó con la victoria británica en 1902. 
Guerra de guerrillas:
Tras los combates en 1899 y la ocupación de Orange y Transvaal los británicos ven la guerra ganada. En 1900 las capitales de las repúblicas son ocupadas. Los bóers inician una guerra de guerrillas a la que los británicos responden con expediciones contra las familias bóers. Queman las granjas y los campos, destruyen las cosechas e internan a las mujeres y a los niños. En 1902, 100.000 mujeres y niños bóers se hallan en campos de prisioneros, 30.000 hombres son prisioneros de guerra y han muerto 6.000 bóers y 22.000 británicos. En 1902 se reúne una asamblea de las repúblicas para establecer las condiciones de paz. Con 56 votos a favor y 4 en contra deciden el fin de la guerra. Renuncian a su independencia y reconocen el dominio de Gran Bretaña.
 El 31 de mayo en Vereeniging los comandantes en jefe lord Herbert Kitchener y lord Alfred Milner; y representantes del gobierno del estado de Orange y de la República Sudafricana firman el tratado de paz. Las repúblicas pasan a se colonias británicas y Londres se asegura sus reservas de materias primas.Los zulúes derrotados por las ametralladoras británicas (1879):

Los zulúes son un pueblo bantú, de más de cinco millones de personas, que habita en la parte noreste de la República Sudafricana, ante todo en la provincia de Natal, en la región conocida como Zululandia, Aquí, al principio de la década de 1970, el gobierno creó un homeland (bantustán) para los zulúes Kwa Zulú, que, sin embargo, es incapaz de alimentar a todos sus pobladores. Al igual que otros grupos cercanos por ejemplo, xosa y ndebele, hablan un idioma nguni; estos idiomas se diferencian mucho de los idiomas bantúes, entre otras cosas por sus sonidos "clic". Originariamente los zulúes eran un pueblo dedicado al pastoreo; ahora son, sobre todo, agricultores. Al principio los zulúes eran tan solo un pequeño clan que vivía al norte del río Tugela.
 Un hijo de jefe desterrado, Shaka (Chaka), nacido en 1787, se refugió con el jefe vecino Dingiswayo y se convirtió pronto en un famoso guerrero.   En el año 1816 se hizo jefe del clan zulú. Reformó las tácticas de lucha; entre otras cosas introdujo el assegai corto y entrenaba a sus guerreros en la lucha cuerpo a cuerpo. Toda la población -incluidas las mujeres- se encuadró en regimientos disciplinados, basados en la edad. Los más ancianos constituían fuerzas de protección civil. Shaka construyó un imperio que comprendía todo el norte de Natal. Nuevos grupos se unieron, otros fueron anexionados después de haber sido vencidos en combate. De esta forma se creó la nación zulú actual.Pero en medio de la agitación general aparecieron conflictos y escisiones. Bajo Moselikaté, un grupo zulú marchó hacia el norte y creó un nuevo imperio alrededor de su nuevo cuartel general, Bulawayo, en el actual Zimbabwe; fueron conocidos como los ndebele (matabelé). Shaka fue asesinado en 1828; le sucedió el cruel Dingaan. Mpande gobernó generalmente en paz durante los años 1838-1873. Su sobrino Cetshwayo logró el poder después de luchas internas. Fue un buen gobernante, pero el acercamiento de los británicos en Natal condujo a una serie de refriegas y escaramuzas . En enero de 1879 los británicos atacaron sin provocación para doblegar a sus tercos vecinos. Así empezó la guerra zulú. La primera invasión fue repelida. Una columna de ataque británica fue aniquilada en Isandnlwana (Isanduana), otra fue obligada a huir en la montaña Hlobane.  na tropa de retaguardia fue duramente acosada en Rorke's Drift. Los zulúes lograron estas victorias gracias a una curiosa mezcla de espíritu ofensivo e inteligente táctica disciplinada, pero sufrieron una cantidad de bajas escalofriante ante los rifles de retrocarga y las ametralladoras de los británicos. En mayo los invasores comenzaron una nueva ofensiva. Ahora habían aprendido a utilizar fuego a discreción en lugar de confiar en los sables y las bayonetas, y el ejército zulú fue vencido en Ulundi. Cetshwayo fue apresado. El año 1882 fue instaurado de nuevo como rey títere en el protectorado de Zululandia; murió en 1884

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