lunes, 7 de enero de 2013

Miguel de Cervantes Saavedra y el sentimiento patriótico



Las heridas recibidas por la Patria son como estrellas que guían a los demás al cielo de la honra y al deseo de la justa alabanza.
Miguel de Cervantes Saavedra está considerado como el mejor novelista de la literatura española y uno, o el mayor, de los genios universales de este género.

Cuenta de sí mismo en el prólogo de las Novelas ejemplares: "Éste que veis aquí de rostro aguileño, de cabello castaño, frente lisa y desembarazada, de alegres ojos y de nariz corva, aunque bien proporcionada; las barbas de plata, que no ha veinte años que fueron de oro; los bigotes grandes, la boca pequeña; los dientes ni menudos ni crecidos, porque no tiene sino seis, y ésos mal acondicionados y peor puestos, porque no tienen correspondencia los unos con los otros; el cuerpo entre dos extremos, ni grande ni pequeño; la color viva, antes blanca que morena; algo cargado de espaldas y no muy ligero de pies; éste digo que es el rostro del autor de laGalatea y de Don Quijote de la Mancha."



Hijo de un pobre hidalgo que ejercía de cirujano, su vida es azarosa, pues hubo lances de altercados, acusaciones con o sin fundamento, salida precipitada hacia el extranjero y enrole en la milicia; fue soldado y luego del éxito en la batalla, cautivo en Argel; cinco largos años en presidio hasta ser rescatado por los frailes trinitarios.

Participó antes del cautiverio moro en la batalla de Lepanto, donde es herido en el pecho y en la mano izquierda, de la que quedará inválido, "para mayor gloria de la diestra".
Sus cuitas prosiguieron. Casó sin fortuna en el matrimonio, residió en tierra manchega, en Sevilla y en Valladolid, con penurias en sus destinos, cárcel, y siempre aprendizaje inspirador para sus magnas obras.

Cercana la muerte, Cervantes escribe en el prólogo de Persiles y Sigismunda, unas líneas testamentarias: "Con el pie ya en el estribo, con las ansias de la muerte", despidiéndose del mundo: "A Dios, gracias; a Dios, donaires, a Dios, regocijados amigos; que yo me voy muriendo y deseando veros presto contentos en la otra vida."

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